Bell y el Inicio de la Hechicería

PROLOGO

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En un principio, solo existían monstruos en el mundo. Los dioses principales —Zeus, Hades, Poseidón, Urano, Odín y Shiva—, al ver esto, decidieron crear a los humanos, jurando no eliminar ninguna de sus creaciones. Sin embargo, al notar que los humanos eran una raza débil incapaz de sobrevivir ante los monstruos, crearon a las demás razas: elfos, enanos, pallums, beast-man y más. Estas razas lucharon contra los monstruos, derrotándolos hasta que estos últimos decidieron esconderse, excepto los más fuertes. Los dioses pensaron que todo estaba bien, pero no sabían que algo aún peor estaba por suceder.

Los humanos, al observar la fuerza y poder de las demás razas, se sintieron impotentes y resentidos. Estas emociones negativas, llamadas energía maldita o energía negativa por los dioses, se acumulaban en lugares con más concentración de tales emociones, dando lugar al nacimiento de espíritus malditos y maldiciones. Los espíritus malditos, más fuertes que las maldiciones, utilizaban la energía positiva para regenerarse.

Los espíritus malditos y las maldiciones, nacidas de las emociones humanas, empezaron a masacrar a las demás razas. Sus armas y magia no les afectaban, y además, las maldiciones no eran visibles para los humanos ni para las demás razas, pocos podían verlas. Los dioses, al ver esto, quisieron destruir a la humanidad, pero su juramento se los impedía. Se sentían impotentes, siendo dioses.

Hades sugirió entonces estudiar ese poder y ver qué podían hacer. Todos los dioses principales se pusieron de acuerdo y tomaron a un humano para estudiar sus habilidades, descubriendo que solo los humanos podían poseer energía maldita y controlarla, desarrollando "Técnicas Malditas". Con la ayuda de Beelzebub, estudiaron que los humanos podían realizar "expansión de dominio", asegurando un 100% de efectividad en combate, y concentrar energía maldita para pelear y resistir más. Incluso podían imbuir armas con esta energía y realizar un "black flash", algo extremadamente complicado. Descubrieron también la "Técnica Maldita Inversa", que regeneraba el cuerpo, y los dominios simples que anulaban la efectividad de los dominios.

Después de estos descubrimientos, Poseidón mató al humano de prueba cortándole la cabeza, su única debilidad, y los dioses, en lugar de enseñar a los humanos a controlar su poder, cegaron más sus ojos y decidieron que nadie debía poseer esta clase de poder, ni humanos ni maldiciones. Hades y Beelzebub estaban en desacuerdo, pero eran dos contra cuatro.

Utilizando los estudios de Beelzebub y tomando como ejemplo los votos vinculantes, borraron de la memoria de todos los seres malditos y sellaron la energía maldita en todos los humanos. A cambio, los dioses le otorgaron más poder a la mazmorra, y así ella creó monstruos más fuertes: Behemoth, Leviathan y El Dragón Negro. También aumentó el número de monstruos.

Para equilibrar la debilidad de los humanos, los dioses crearon los espíritus, que podían hacer vínculos con los humanos y bendecirlos para que pudieran poseer magia, aunque en menor porcentaje que otras razas. De estos vínculos nacieron héroes como Argonauta, Fianna y Albert Waldstein, quien destruyó el ojo del dragón negro. La era maldita y todo lo relacionado con la energía maldita fue borrado de la historia.

Hades, viendo lo que sus hermanos Odín y Shiva habían hecho, decidió regresar a su reino, Helheim/Inframundo, no sin antes decirle a Beelzebub que encontrara una manera de mostrar a los humanos su potencial. Beelzebub accedió y escribió un libro de magia, engañando a los humanos al decir que la magia de curación era energía positiva. Dejó el libro para que alguien lo encontrara y desapareció.

Todo parecía en paz hasta que Ouranos descendió al mundo terrenal, convirtiéndose en el primer dios en salir del cielo. Observó que, a pesar de todo lo sucedido, los humanos y otras razas ya no bastaban para matar a los monstruos. Con su divinidad, Ouranos hizo un voto vinculante: cualquier dios que descendiera del cielo daría poder a cualquier ser a cambio de no utilizar su divinidad en la tierra. Ouranos fue el primer dios en dar el falna y creó la torre de Babel en Orario. Otros dioses siguieron su ejemplo, algunos para divertirse, otros para hacer el mal, otorgando su poder o falna. Zeus y Hera se convirtieron en las familias más poderosas, y el gremio que administraba Orario les pidió completar las tres Grandes Misiones.