Capítulo 9: Marcados

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La Oscuridad era abrumadora tan profunda tan agobiante que mi corazón latió con mucha fuerza... pero, había algo diferente...

Otro... ¿Sentimiento?

¿Alegría? no, alegría no, no era alegría... era algo más... repulsivo, mas... malvado.

Sentí como si mi cuerpo se helara.

Pero era diferente que las otras veces, antes era una mente cegada tratando y fallando en ver y comprender... ahora estaba completo, podía ver... Podía comprender.

— Vaya... las cosas se ponen más y más interesantes. — No sé si lo que había escuchado podría considerarse como una voz, o las palabras que emitió algún tipo de lenguaje, pero lo entendí, pero mejor, sabía que era.

Aun todo estaba oscuro, muy oscuro, pero ahora no era ignorante de lo fantástico, ahora sabía cómo era la realidad otra vez.

Ahora podía verla.

****

Abrí los ojos, la imagen estaba fresca en mi memoria justo al lado de las imágenes de las últimas horas, torturándome.

Suspire.

Sabía que no había dormido mucho, ni siquiera tenía que ver mi teléfono para saberlo, pero era comprensible, al menos me consolaba que podía sentir como Adolfo, Rafa y Gabriel si lo estaban...

Sonreí, aun con el corazón aclarado por el sueño y las imágenes de Luan muriendo, repitiéndose una y otra vez, si, sonreí, volver a estar marcado era una sensación tan única, por fin me sentía... Completo.

Sabía que no podría volver a dormir, el reino de Morpheus no me recibiría con brazos acogedores aparte de que se sentía con mucha energía como para dormir aparte que tenía mucho en que pensar.

Me levanté con cuidado de la cama con cuidado de que Adolfo no se despertará y con calma salí de la habitación cancelando todo el ruido con un simple gesto de su mano, me saco un jadeo, pero ya lo sentía más natural.

Camine sin hacer ruido mientras pensaba en todo y en nada, mis ojos viendo tranquilamente en la oscuridad como si fuera de día y mis sentidos poco a poco volvían a su antigua gloria.

Mi caminata se detuvo cuando note a Alex, estaba en la sala acostada en el sofá, yo suspire, ya podía imaginar que había pasado, Alex como seguro ya habrán notado tiene un carácter... ¿Fuerte? Así que seguro abría discutido, lo más seguro, con Ash.

No pude evitar rodar los ojos, notaba como aun no estaba dormida, pero tampoco estaba completamente despierta así que aún amortiguando el sonido caminé de vuelta al cuarto y con cuidado desde la puerta atraje una sábana con un otro gesto, otro jadeo se escapó de mis labios, me frustró un poco esto antes no era nada...

Negué con la cabeza y volví en mis pasos a la sala y con cuidado arrope a Andy, la tormenta seguía así que había comenzado a hacer un poco de frío, así dormiría mejor, aunque la ayude un poco empujando lo último de su conciencia al reino de Sueño.

Me volví y caminé hasta la salida al Patio de Maira y salí, parte del patio estaba techado y una piscina justo después así que allí me encontraba yo parado en toda la orilla viendo las gotas caer...

Me llenaba de calma, una qué en verdad necesitaba ahora.

Mi vista se dirigió a mis manos, aun podía verlas llenas de sangre, pero ignore ese sentimiento un momento a pesar de que ya me había hecho que empezará a temblar, me fije en el dorso de mi mano izquierda donde mi marca se apreciaba en toda su gloria, el círculo que a simple vista parecía solo una línea gruesa era en realidad la unión de múltiples símbolos, letras y figuras tan perfecta y simétricamente ordenados que casi se perdían a simple vista, rodeando un ojo abierto en el centro de un opto grama.

La "Realidad": El Misterio De La Serpiente De 7 CabezasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora