Extra #7: Shock

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De un momento a otro Henry se separó de mi cayendo al piso sentado, como si sus piernas no funcionaran. Cuando me acerqué nuevamente me apartó sutilmente, eso me dolió, sí, pero también entendía que él más que nadie debía de sentirse muy mal e incluso perdido y no era para menos.

- Antes que...-Jadeó se lo veía demasiado descompensado.- Antes de que siquiera nos calmemos, hay que quitarnos esto - Apena y podía pronunciar palabras sin jadear, señaló la sangre negra que nos había salpicado y yo asentí levemente en acuerdo con él.- Después, tendremos que hablar. - Sentenció antes de levantarse e ir al refrigerador y beber un vaso de agua de un solo trago, yo aún estaba sentadas sobre mis tobillos en el piso, observándolo detenidamente, de verdad pensé que íbamos a morir allá, pensé que lo perdería, aunque técnicamente no puedes perder algo que no es tuyo, y eso lo sabía muy bien, aunque me negaba a aceptarlo.- Nos tendremos que bañarnos, será difícil de quitar pero si se sale - Voltee hacia atrás y los demás habían entrado a la cocina, no estaban menos consternados que Henry y yo, incluso parecían más perturbado, sobre todo Maira y Ash, la última no dejaba de llorar y temblar en silencio.

Adolfo me miró extrañado de que estuviera sentada en el piso, así que solo negué con la cabeza y me levanté, dándole a saber que no se preocupara.

- ¿Qué hacías allí sentada? -Me susurró una vez que me puse a su lado.

-- Nada, no te preocupes -Sonrei levemente por suerte no siguió preguntando nada, los demás susurraban sobre que ropa nos pondríamos y quiénes serían los primeros en bañarse pero yo solo podía mirar a Henry, tenía la mirada perdida, ni siquiera había notado que tenía los anteojos torcidos todavía o que la palma de su mano goteaba levemente algo de sangre manchando el piso de la cocina con unas miserias gotas.

Maira nos buscó ropa y toallas antes de guiarnos al baño, ella se duchó primero y luego Ash y yo entramos juntas a ducharnos, más que todo porque ella estaba demasiado histérica como para estar sola y menos en un lugar estrechó, así que prácticamente me jalo al baño junto con ella. No nos hablamos para nada, incluso cuando yo la ayude a desvestirse y prácticamente bañarla como a una niña pequeña, incluso le lave el cabello. No nos dirigimos la palabra, una vez que ella estuvo "limpia", se vistió y la saqué del baño para comenzar a ducharme yo.Me desvestí y me aseé lo más rápido que pude porque los chicos también estaban esperando su turno para ducharse, cuando me estaba secando con la toalla el cabello lo ví, estaba de espaldas al espejo pero lo ví, Ash había quedado con una mancha negra en su muñeca por la sangre que le había salpicado. Pero yo, tenía esa mancha desde mi nuca hasta mi espalda baja, más que una mancha grande y completa, eran tres manchas medianas, una en la base de mi nuca, otra en la parte trasera de mi costado derecho y otra en mi espalda baja casi en mis glúteos. Ahogué un grito en cuanto lo ví, sabía que me había salpicado pero no pensé que hubiera sido tanto.

- Mierda...- Pasé la toalla por esas zonas tan fuerte, que me detuve cuando la piel comenzó a arderme, pero solo logré difuminarlas un poco, no había forma de quitarlas. 

Me puse la sudadera y el short que Maira me había prestado y salí del baño, me fuí directo a la recámara sin mirar a los lados, estaba perturbada.

Una vez todos nos habíamos limpiado, y también habíamos limpiado lo sucia que habíamos dejado la sala y la cocina por haber llegado mojados por la lluvia, todos nos sentamos en la cama de Maira en círculo. 

Nadie hablaba, nadie alzaba la mirada todos estaban mudos y eso no era propio de ninguno, así que miré a Henry que estaba delante de mi y suspiré para preguntar lo que todos querían saber pero no sé atrevía a emitir palabra.

- Henry...- Él levantó la vista y me miró a los ojos .- ¿Que mierda fue lo que pasó? -Pregunté y el ambiente que de por sí estaba tenso, se puso tan denso que podría cortarse el aire con un cuchillo, todos se removieron en sus sitios. Él pasó su mirada por cada uno de nosotros en silencio, como buscando o dándose cuenta de algo, pero no decía nada, me estaba desesperando y poniendo los nervios de punta otra vez.

La "Realidad": El Misterio De La Serpiente De 7 CabezasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora