Lo único que había en la mente de Blume, además de los desesperados intentos de calmarse era la frase que su madre le había dicho el día anterior: "Puedes estar tranquila, nos dijeron que tienen un programa en contra del bullying, el racismo y la homofobia", aquello era una ridícula mentira, acababa de ver cómo agredían verbalmente a un compañero, como una compañera estaba a punto de agredir a otra verbalmente y si el asiático no se hubiera llevado al pelinaranja, a la tal Celia le hubiera llovido una tormenta de insultos terriblemente ofensiva.

- Lo que es, un puto hermafrodita deforme.

Aquellas palabras eran excesivas. Los gestos de Gina también, porque la agarró desagradablemente por los bordes de la chaqueta y camiseta, cerca del cuello y la intimidó tal y como un chico haría con otro en una película mala y sobreactuada de americanos.

Blume quería salir de allí, no quería ser testigo de aquello, y sus gestos fueron claros cuando intentó levantarse lo más silenciosa posible de la silla en la que ni siquiera se había atrevido a moverse desde que le dijeron que se sentara allí...Y sus pasos torpes intentaron recorrer la mesa delantera y cruzar el umbral de la puerta, pero todo aquello fueron meras conjeturas, deseos internos que no pudo cumplir porque nada más se enderezó os fríos ojos de la castaña, la chica rebelde, se pusieron sobre ella.

- ¿Le arreas tú o le arreo yo?- Blume miró a la chica morena horrorizada.- ¡Bah!- empujó a Celia desinteresadamente.- Chica nueva, vente conmigo.

Toda la situación se quedó clavada en el sitio, casi como si el tiempo se hubiera parado, y Blume intentó desesperadamente que su voz saliera de forma negativa, pero no tuvo la suficiente fuerza de voluntad para enfrentar a una supuesta mirada terrorífica como la que le había destinado a Celia. Sus pasos siguieron en línea recta a la morena, con la mirada bajada y sus labios incapaces de abrirse para decir que no quería ir con ella.

- Osea...- susurró cuando salieron de la clase.- ¿Te llamas Blume? ¿Como la de las Winxs?

- ¿Quién?- emitió desconcertada.

- La de las Winxs, la prota, el hada de fuego...- Blume entrecerró los ojos y negó lentamente con la cabeza, indicando que no estaba entendiendo lo que decía, la morena rodó los ojos.- Vaya infancia más deprimente...- rodó los ojos.- Y yo que intentaba romper el hielo...- soltó un suspiro, casi incluso intentando sonar todavía más exagerada de lo que ya había sonado.- Mola el corte de pelo...- Blume se sobresaltó por esto y acercó una de sus manos para acariciar los cortos mechones de su nuca y detrás de la oreja, y desvió la mirada avergonzada.

- Gracias...- susurró bajando los ojos intimidada.

- Soy Gina, por cierto... Aunque seguramente te habrás enterado por culpa de los profes...- rodó los ojos.

- Uhum...- asintió con la cabeza.

- No soy tan mala influencia como parezco...

- Hmm...- emitió un sonido de vacilación, casi permitiéndose el derecho de dudar de sus palabras.

- Solo no dejo que me toquen los cojones...- se cruzó de brazos.- Sé lo que se siente cuando te rechazan por ser diferente y no pienso permitir que sean racistas ni machistas conmigo.- sonrió con satisfacción y orgullo.

- ¿Racistas? ¿Eres extranjera?

- Tailandesa, ¿Por?- Blume vaciló y ladeó la cabeza hacia un lado.- ¿No lo parezco?- Blume negó con la cabeza lentamente.

- No, no mucho... Tu acento no lo parece... De hecho, pensaba que eras latina por un pequeño deje...

- Oh... Uno de mis padres es peruano. Soy adoptada...- se encogió de hombros.

Blume vaciló unos minutos, apretó los labios y soltó el aire, se giró hacia la clase, inquieta, quiso mirar su teléfono para comprobar la hora, pero no quería parecer desinteresada con la conversación. Parpadeó un par de veces y volvió a mirar a Gina.

- Aún quedan diez minutos...- dijo Gina desinteresadamente.- ¿Me haces el favorcito de acompañarme a la máquina expendedora?

Blume aceptó por cortesía. Tenía cierta curiosidad por la gentilidad tan repentina que estaba mostrando, muy a pesar de que tenía una vena muy impulsiva y considerablemente agresiva, podía decir que era alguien con un sentido de la justicia propio, su forma de querer hacer las cosas de la forma en la que ella consideraba que estaban bien, y no permitir que hagan daño a sus amigos... Había cierto egoísmo en aquella forma de verlo, porque ese "sentido de la justicia" no justificaba que estuviera a punto de golpear a alguien... Aquello no era correcto, la violencia nunca era la respuesta ni estaba justificada, ni siquiera cuando la persona contraria fuera tan horrible que no mereciera siquiera la vida...

Blume tal vez tenía un sentido del deber y la justicia muy débil, o muy objetivo, pero ciertamente ella intentaba ser imparcial con todo lo que veía, y analizarlo a través de una tercera vía. Puede incluso con una mirada un poco más distante de la situación.

- Adoro la chaqueta, por cierto...- Blume bajó los ojos hacia la mencionada prenda, pues no recordaba cual era la que llevaba puesta en aquellos momentos, hizo una mueca con el labio y elevó la mirada una vez más, sonrió un poco por cortesía y con amabilidad.

Llevaba una chaqueta corta por el vientre, de un color lavanda con rayas blancas y negras finas y dispares que generaban un estampado y efecto óptico de ser más oscura de lo que en realidad era, incluso podría tener el efecto de tener manchas de pintura blanca y negra, pero era el encanto que tenía la chaqueta, y la adoraba.

- Gracias...- murmuró.

- No ha sido el mejor primer día, pero espero que igualmente puedas adaptarte a este insti...- Blume se fijó en un detalle en aquellas palabras, pues en sus ojos había cierto arrepentimiento por sus acciones tan desmedidas, aunque no sabía si era porque había estado a punto de insultar y agredir a una compañera o por la forma de hablarle al profesor.

- Mi madre me dijo que había un programa que evitaba el racismo y... eso...- murmuró con vacilación, y su voz se apagó antes de terminar las palabras porque la cara que había puesto la morena estaba llena de desconcierto.

- No es cierto.- negó.- Quiero decir... Si hubiera un programa que evitara esas cosas... Celia hubiera sido expulsada, Jackson tendría una falta grave y Saimon no hubiera estado en el hospital después de una paliza...- Blume abrió los ojos en shock, parpadeó con incredulidad.

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Mis historias sin críticas o personajes que son bullshit y racistas no existen—

DIGO—

XDDDD

Perdón. Pero sí, normalmente intento no sobrepasarme, pero hay veces que simplemente no se puede. Quiero decir, no porque haya un personaje negro y otro tailandés necesariamente se tiene que tocar el tema del racismo... Lo malo es que es un trope que suele ir encadenado a estas cosas... E incluso los autores muchas veces nos dejamos llevar por estos tópicos...

En mi caso, me ha pasado esta vez :'3

Aquí las opiniones del primer capítulo ---------->

Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo

Bye~

By Silvia Line

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70.- Crush (Lesbian / Homosexual)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora