Nino Nakano ha sido apresada por un crimen imperdonable. Esto tendría grandes consecuencias con sus hermanas y a la familia Ueugi, que se quedó llorando la pérdida de uno de sus miembros. Una vida de encierro cambia vidas y a veces ni con la privaci...
La primera noche de las nuevas siempre es la más difícil. Primero te desnudan para ponerte en una jaula y dispararte agua a presión con una manguera de incendios. Te tiran una especie de polvo insecticida que si te cae en la nariz o en los ojos, puedes perder esos sentidos casi por completo.
Luego tienes que buscar tu uniforme y pasar desnuda entre las guardias. Los silbidos, los insultos, las burlas son molestas de escuchar. Pero sabes que es en serio cuando entras a tu andrajosa celda de 10 metros cuadrados y escuchas cómo la puerta hace eco al cerrarse.
Es normal escuchar llorar al menos a una lonja fresca durante la primera noche. Es divertido apostar quién será el primero y debo decir que las apuestas me favorecen, en parte por eso me llaman "la ruta de la seda".
La primera noche se escuchó llorar a una chica de las repetidas. Su nombre era Nakano Nino. Al verla, no vi nada que destacara. Cabello rosa pálido, ojos azules, buenas proporciones, deprimida. Posiblemente su delito debió tener algo que ver algo pasional.
Cuando se apagan las luces, es normal escuchar los primeros improperios de las veteranas.
— UHHHHH CARNE FRESCA...
— VEN CORDERITO...
— PERRITA LINDA, ACÉRCATE Y TE DARÉ LO QUE TE GUSTA...
— PUTA LA NUEVA QUE SE ASOME...
Se escuchaban silbidos para tratar de intimidar a las nuevas. Las antiguas iban de cacería con las de nuevo ingreso y no pararán hasta que alguien muestre debilidad.
— Oe, repetida... -Sayu, que era la que estaba más al lado de la que lloraba, trató de entablar charla-. Hablemos, sé que estás despierta. Este lugar no es tan horrible. Te puedo presentar a un par de malcriadas que querrán conocerte, sobretodo a esas niñas que tienes.
— YO NO DEBO ESTAR AQUÍ... -finalmente había caído, gané la apuesta, pero debo decir que era molesto escucharla llorar-.
— Shinsen'na niku, shinsen'na niku, shinsen'na niku, shinsen'na niku... -las demás empezaban a cantar en coro y aplaudir por la carne fresca-.
Por desgracia, las guardias escucharían y solo fue cuestión de tiempo para que llegara Esdeath a poner orden.
— A VER PERRITAS, LLEGÓ SU DUEÑA, CÁLLENSE O LAS HAGO MIS PUTAS Y LA ÚLTIMA QUE LO FUE SE SALVÓ DE LA EJECUCIÓN PORQUE YO LA MATÉ. CÁLLENSE. -la jefa de las guardias se acercó a la celda de la tipa que lloraba mientras las demás dejaron de molestar, ella usa esa leyenda para intimidar pero nadie la cree al menos al 100%-.
— Oe, deja de hacer escándalo. -Esdeath estaba molesta, pero no alzaba la voz aún-.
— PERO YO NO MEREZCO ESTAR AQUÍ. HICE LO QUE DEBÍ HACER. QUIERO VOLVER A CASA CON MIS HERMANAS. -la chica estaba convencida de su inocencia, pero eso no serviría de nada-.
— Abran la celda, vamos a darle el correctivo. -ella se quitó su boina blanca, sus escoltas abrieron la celda y comenzó el show-.
Esdeath tomó del cabello a la chica, quien estaba llorando aún, y fue azotada contra el suelo. La jefa de la guardia empezó a darle puñetazos sin detenerse durante unos 10 segundos hasta dejarla tumbada en el piso. Luego empezaría a patearla en el abdomen, la espalda, las piernas, la cabeza y también la pisoteaba con sus tacones.
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