Snake [Katsudeku]

Capítulo 9

Advertencia: Mención de sexo.

Katsuki siempre que venía a casa se lo follaba, habían tenido sexo en la sala, en el baño, en su cuarto varias veces, en ocasiones lo subia a la mesa y comía con hambre su coño tocando con su larga lengua ese punto que lo convertía en un conjunto de nervios y espasmos, su madre ya lo consideraba como un hijo de las tantas veces que se había quedado a "dormir", exactamente habían pasado tres meses desde que Katsuki lo había traído de regreso a casa y lo visitaba casi a diario como el día de hoy.

Izuku hacía pequeños círculos invisibles en el pecho del híbrido, acostados en su cama mientras se recuperaban de la grotesca ronda de sexo que habían tenido, Katsuki lo abrazaba con su cola mientras masajeaba su hombro con la mano que estaba bajo su cabeza sirviendole de almohada, se estaba acostumbrado a esos tranquilos momentos de intimidad, con su mirada detallaba el perfecto perfil que él poseía.

¿Quieres preguntar algo,verdad?- había sentido al chico pecoso demasiado silencioso desde hace varios minutos- Solo hazlo, si puedo lo responderé.

¿Qué somos?

Tú un humano y yo un híbrido- le responde burlón mientras lo acerca para apreciar el aroma a aceite de jazmín que desprendía su cabello.

Lo digo enserio Kacchan- pasa su mano por encima de los abdominales definidos del híbrido, lo aprieta abrazandole con suavidad.

Estamos juntos, simplemente estamos juntos Izuku- responde con voz baja, hunde su nariz en la cabellera verde, cierra sus ojos disfrutando de la cercanía que le provocaba calidez en su cuerpo frío.

Siempre he tenido la duda de como es tú familia, Kacchan- nunca habían hablado de la familia del híbrido, en su relación era raro tocar temas familiares, solo sabía que la madre del híbrido era una serpiente de nacimiento.

¿Quieres que te cuente la historia de mi familia?- Izuku asiente en su pecho, se aleja un poco para poder ver los rojizos iris de Katsuki- Está bien- suspira pesado alejandose un poco de Izuku para poder acomodarse mejor- Mi madre es una mujer de carácter fuerte, en eso me parezco a ella, se llama Mitsuki y es como ver mi versión en mujer- una risa ronca se escapa de sus labios mientras niega con su rostro- Siempre hemos peleado y mi padre intenta evitarlo, a veces me enojo con ella pero se que se preocupa por mi como toda madre por su hijo, es la líder de nuestra especie al igual de ser la más vieja de todos nosotros mientras tanto mi padre es un humano al igual que tú, es todo lo contrario a ella, un hombre tranquilo que intenta solucionar todo con palabras y cree en la paz entre especies.

¿Qué edad tienes, Kacchan?- había pensado mucho en las cortas pláticas que tenían ambos y nunca habían tocado el tema sobre sus edades.

Muchos, demasiados como para contarlos- los hibridos vivían cientos de años, y su vida ha sido larga, mucho más larga que la del pecoso- Mi padre debería haber muerto hace varios años pero mi madre le pidió a la Diosa que le quitara años a ella y se los diera a él, ella tiene 322 años y mi padre 105.

Esos son muchos años- responde sorprendido, el lindo acto de amor hace que sus sentimientos se hablanden.

Si, se aman demasiado- ríe recordando lo cursi que llegan a ser ellos cuando están juntos, su sonrisa no dura mucho cuando la tristeza sale en un segundo- Han pasado dos años desde que los vi por última vez- su voz baja de tonos haciéndola suave- Tuve una pelea con mi madre y le dije cosas que nunca debí decir, escape de la aldea en la noche y cubrí mi rastro con la ayuda de una bruja cercana.

Por que...- Katsuki silencia sus palabras con la palma de su mano, algo en la mirada del híbrido le hace saber que esa es una pregunta que no responderá, él quita la mano para luego acercarlo abrazarlo y hundir nuevamente su nariz a su cabello.

Duerme, mañana saldremos al bosque, ya le dije a tu madre que te llevaría y dijo que estaba bien.

No iba a insistir en ese tema, corresponde el abrazo sintiendo el latido del corazón del híbrido sonar en su oído, cierra sus ojos para descansar un poco antes de la hora de salida, habían pasado la mayor parte de la noche teniendo sexo.

A la mañana siguiente se preparan para salir al bosque, Inko les prepara una bola llena de frutas y queso para almorzar. Al estar lejos de la aldea Katsuki se convierte en híbrido para poder llegar más rápido, monta a Izuku en su cola y empieza a arrastrarse por el bosque.

Me gusta ir en tu cola- Izuku se aferra a la escamosa longitud para no caer aunque sabe que no es necesario, Katsuki siempre se arrastra con cuidado para no tirarlo- Es divertido.

Lo sé- cada vez que tenía oportunidad el pecoso le pedía subir encima suyo, arrastrándose hasta pequeños arroyos en lo profundo del bosque donde pasaban tranquilos momentos juntos.

Antes de llegar al claro del bosque Izuku se detiene para cortar unas bayas rosadas que se usan para hacer ungüentos, son muy raras de encontrar, se acerca al arbusto para tomar los pequeños frutos nacidos tan dulcemente en el arbusto, no se le da la oportunidad de tomarlos cuando una gruesa y enorme cola rojiza lo toma con fuerza del brazo elevandolo en el aire.

Sueltalo maldito- cuando se acerca para rescatarlo se da cuenta de la conocida cara que amenaza desde las sombras de los arbustos- ¿Mamá?.

¿Katsuki?...