Cuando llegaron a la casa del azabache, yoongi no quería bajar del auto, sabía muy bien lo que se venía y quería evitarlo a toda costa.
Pensé que íbamos a ir a la casa del tío jin - dice nervioso yoongi.
Iremos para la cena, ahora baja - responde jungkook saliendo del auto.
Yoongi suelta un suspiro y sigue a su padre. Ambos bajan las maletas del carro y las llevan al interior de la casa. Jungkook tenía su propia casa, no estaba en uno de los barrios más lujosos, pero era decente. Este solía pasar más tiempo en esta que la mansión familiar.
Jungkook abre la puerta y deja pasar a yoongi quien carga una pequeña maleta y un bolso.
Sube a la habitación ya voy para allá - ordena el azabache.
Appa po - quiso hablar el adolescente.
Obedece, ya estás en grandes problemas no te metas en más - interrumpe jungkook.
Yoongi pasa saliva y sube las escaleras rápidamente. Jungkook suelta el aire y organiza un su cabello. La trastada que su hijo había hecho era grande, tenía que asegurarse de encontrar a la persona que estaba yendo por el, porque estaba claro de que toda la situación no era una coincidencia.
Camina hasta la cocina y sirve un poco de agua, la verdad no le gustaban los castigos, recuerda muy bien como era recibirlos así que a la hora de darlos, solía ponerse en los zapatos del otro sabiendo muy bien lo que se siente. Pero no puede pasar las faltas graves y esta es casi de muerte. Cuando está apunto de seguir los pasos de yoongi su teléfono suena avisando un nuevo mensaje, lo toma y ve que es hoseok así que decide contestar.
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Lee en la pantalla antes de contestar.
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Responde sabiendo que está preocupado.
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