Soy un alfa

Capítulo ocho: El omega escoge a su alfa

Sasuke parpadeó confundido, sin lograr despertar del todo debido al sueño, dejó escapar un suspiro leve, ahogado, se removió inquieto, sentía un extraño calor provenir de su entrepierna.

Jadeando, y moviéndose en la cama, intentó parpadear rápidamente, sintiendo que los ojos se cierran por sí solos. Separó los labios y dejó escapar un sonidito extraño, agitó las piernas y gimoteó lloroso.

¿Qué era esa cosa que sentía? ¿Por qué dolía tanto? ¿Por qué se sentía tan asfixiado? ¿Con ganas de gritar y ronronear?

Con sus manos agarró la sábana, aferrándose a ella, con los muslos temblorosos. Sintió una extraña sensación acumulándose en la parte baja de su vientre, lo hizo sisear y babear porque era incapaz de cerrar la boca.

En un suave temblor, sintiendo que su pene duele, abrió los ojos.

Confundido, tragó saliva, quedándose muy quieto, incapaz de moverse para comprobar lo que pasaba.

—¿Sasuke? —murmuró el alfa en su oído—. ¿Por qué te detienes?

Nervioso, aguantó el aire en sus pulmones, sintiendo aún mejor sus latidos acelerados. ¿Estaba teniendo un sueño húmedo al lado de su alfa?

No, aún peor, ¿estaba frotándose contra su mano?

—¿Qué? —preguntó con los labios resecos.

Escuchó una risa burlona, el cuerpo de Naruto se apegó aún más, podía sentir su corazón y su piel sudorosa en su espalda.

—¿No estabas masturbándote? —preguntó suavemente—. ¿Agitando la cadera contra mis dedos?

Sasuke sintió que el rostro le ardía, que quería morir de vergüenza.

—¡No! —dijo dudoso y apresurado—. Estaba durmiendo y seguramente me moví mal, porque tú me tienes atrapado, por eso...

Apretó los labios, avergonzado con su voz jadeante y sin aliento. El alfa le besó el hombro una vez, dos veces, dejando besitos suaves hasta llegar a su cuello.

—Debe ser eso —comentó despreocupado—. Escuché que los omegas a menudo sufren calores en sus partes bajas.

Sasuke cerró los ojos, humillado y avergonzado.

¿Hablaba en serio? ¿No le daba vergüenza decir esas cosas con tanta naturalidad?

—No soy... —se quedó en silencio de inmediato.

Parpadeó, sintiendo un leve estremecimiento cuando la mano del alfa dio una bofetada suave a su entrepierna, como una advertencia, un recordatorio.

—¿No eres qué? —preguntó él.

Golpeando nuevamente, más duro, más fuerte. Sintió la piel arder, picar, la humedad se esparció sobre ella y ensució todo con su salpicadura.

El sonido húmedo que provocaba lo hizo removerse, excitado, incómodo con su propio placer, sin lograr sentir que es correcto.

¡Qué horrible! Pensó, incluso se sentía culpable por estar excitado. ¿Pero no tenía razón al sentir culpa? Los alfas no deberían sentirse así...

Sasuke apretó los labios, sintiendo las cosquillitas placenteras que Naruto le provocaba.

—No estoy en un ciclo de calor —se corrigió, asqueado de ser tan débil y dejarse llevar por una fantasía inútil.

Escuchó un ronroneo complacido, lo hizo sentir menos estúpido, menos patético, le recordó que Naruto le dijo que todo esto estaba bien, que era su omega.

La mano del alfa acarició la piel que quedó sensible y lastimada con los golpecitos que recibió.

Le dejó tembloroso, sentía el calor acumularse en esa zona dejando la piel ardiente, suspiró cuando los dedos toquetearon el centro, un dedo se introdujo, acariciando el glande mojado y sucio por dentro del prepucio arrugado.