Capítulo seis: El omega es un alfa

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Sasuke se removió incómodo, ¿dónde estaba Naruto?

Solo había cerrado los ojos unos segundos. Estaba mirando a Naruto frente a frente, en la oscuridad.

¿Entonces, por qué era de día?

Con un enorme malestar de cabeza, se sentó en la cama, notando de inmediato un severo dolor de estómago. Era tan fuerte que jadeó de agonía, se retorció para cubrir su vientre, que se sentía como si se desgarrara por dentro.

Sudando frío, con el cuerpo tembloroso, intentó calmarse, podía aguantar, tenía que hacerlo. Era un alfa, era su obligación soportar.

Cerró los ojos, asustado, otra vez bebió a pesar de que sabía que iba a doler al día siguiente. ¿Por qué hizo eso? ¿Quería sufrir?

Entonces recordó por qué estaba tan desesperado.

Solo quería dañarse para olvidar.

Inhaló por la nariz, sin lograr concentrar sus pensamientos debido al dolor. Era claro que, en su estado intoxicado, había fantaseado con su alfa.

No es mi alfa, pensó asqueado de no cambiar, aunque decía que iba a hacerlo. Al final, alejar a Naruto no solucionaba nada porque el problema era Sasuke.

Su cerebro, su cuerpo, todo en él era el problema, porque era raro, extraño.

La verdad es que no sabía si sentirse desilusionado o aliviado de no encontrarlo.

Quizás era un poco de ambos, o solo no quería aceptar que realmente deseaba que estuviera aquí.

Quejándose, las náuseas se hicieron presentes, movió las piernas para levantarse, entonces lo notó, confundido, bajó la vista y levantó la sábana que cubría su cuerpo.

Descubrió que un brazo le rodeaba la pierna.

Sintió que le faltaba el aire, que el miedo lo mareaba.

Con el corazón, golpeando sus costillas con violencia, intentó levantarse. Necesitaba alejarse, recordar, pensar, controlarse.

No podía enfrentarlo, tenía miedo.

Saco con cuidado las piernas de la cama, lentamente, tan despacio como podía para no despertarlo.

El brazo a su alrededor de su cuerpo se tensó, atrapándolo, le recordó a quién tenía a su lado.

—Sasuke.

Aterrado, giró la vista para observar el rostro del alfa, que le miraba con una expresión extraña.

Se veía como un animal sediento que acaba de consumir agua por primera vez en mucho tiempo.

Agua o sangre.

Se sintió como una presa que está acorralada.

Ese chico, no era Naruto, su amigo, ni el alfa de sus sueños, no, era uno diferente.

¿Quién era?

¿Qué sentía por Sasuke?

¿Repulsión? ¿Miedo? ¿Rechazo? ¿Lástima? ¿Compasión?

—Vuelve a la cama —ordenó con la voz enronquecida.

Sasuke vio en sus ojos que si no lo hacía, entonces usaría su voz alfa para obligarlo.

Temeroso, moviéndose lentamente, intentó volver a su lado. Descubrió que no podía.

Su estómago se revolvió con fuerza.

No podía respirar, intentó llenar de aire sus pulmones, pero se sentía asfixiado.

Dio una corta respiración por la boca, solo para descubrir que su pecho se hinchaba, pero no lograba sentir alivio. Pensó que estaba debajo del agua, que el aire era líquido llenando sus pulmones.

Soy un alfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora