Sasuke inhaló despacio, dando respiraciones cortas. Intentaba llenar de aire sus pulmones, aunque era inútil. En este momento, sentía que su cuerpo estaba tan débil, que no tenía fuerza para levantarse por sí solo.
¿Cómo alguien tan grande como él era tan frágil? ¿De qué le servía su apariencia?
Naruto intentó levantarlo, su cuerpo no reaccionó de inmediato, sus piernas debilitadas y el dolor en su vientre lo mantenían renuente a querer moverse.
Las lágrimas picaban en sus mejillas y el sabor de su sangre era desagradable. Intentó levantarse, solo para darse cuenta de que el movimiento le revolvía el estómago y las náuseas lo retenían en su sitio.
Aunque Naruto intentó ayudarlo, Sasuke se dio cuenta de que al final del día, no era un omega pequeño y liviano para que el alfa fuera capaz de levantarlo.
De que su padre tenía razón al decirle que sus acciones eran estúpidas y sin sentido.
Estaba arruinando la vida de ambos con sus enfermos sentimientos.
—Vámonos de aquí —susurró el alfa acongojado, nervioso—. En este lugar nunca encontrarás nada bueno.
Sasuke quería darle la razón, pero no podía.
Había una cosa en la empresa, una que lo hacía aferrarse a este lugar.
Era Naruto.
Había pensado ingenuamente, que si lograba quedarse y dejaba de ser el asistente de su hermano, quizás podría trabajar junto Naruto el resto de la vida.
Creyó que eso era bueno, que era más de lo que podía aspirar, luchó tanto por salir de casa por ese motivo.
Pero ahora su padre no lo permitirá, ya no podrá mirarlo desde la distancia como siempre imaginó. Incluso si no eran amigos, pensó que podría quedarse cerca.
Estaba conforme con alejarse de él, mientras pudiera mirarlo, ver su sonrisa, escuchar su voz, aunque lo odiara por traicionarlo.
Pero ahora ya no podía ni siquiera pensar en eso.
Un alfa entre alfas como su padre, no debería tener un niño tan débil de hijo.
Quizás ir a una clínica es lo mejor, podría cambiar, dejaría de tener sentimientos tan extraños.
Tal vez encerrado es donde debería estar.
Así no estorbará en la vida de su amigo, le dolería demasiado ver a Naruto junto a su esposa, teniendo hijos y viviendo felices.
Mientras, Sasuke es solo la vergüenza de su familia, como su padre le dijo que era.
Estar distanciados era el mejor futuro para ambos.
Derrotado, caminó lentamente por los pasillos, Naruto expulsaba tantas feromonas que los alfas se apartaban para no toparse con ellos, girando la cabeza para no provocar a ninguno.
Quizás pensaban que volverían a pelearse, o que podrían ser envueltos en la discusión, lo que haya sido, nadie vio su cara llorosa, que insoportable sería que su padre escuchara que se pasea por la empresa como un aspecto tan lamentable.
Llegar al auto lo llenó de tanto alivio que dejó escapar un suspiro tembloroso. Inhaló con fuerza, sintiendo la nariz congestionada.
Naruto le acarició la rodilla, mirándolo con suma atención.
—¿Cómo está tu estómago? —preguntó con preocupación brillando en sus ojos—. ¿Vamos al hospital?
Sasuke parpadeó lentamente, sintiendo que solo quería dormir. Negó y le dio una larga mirada.
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Soy un alfa
FanfictionSasuke nació como alfa. Al inicio pensó que era perfecto, que sería el orgullo de su padre, que tendría un brillante futuro, y sería un alfa digno de admirar. Hasta que entendió que un alfa no debe enamorarse de otro. Solo en ese momento, deseo ser...