Sasuke abrió suavemente la puerta, tenía un extraño calor en el rostro, y sabía que aunque había salido de la ducha, estaba sudando muchísimo solo de los nervios.
Con un paso lento, porque su zona baja se sentía extraña, salió por completo y observó la habitación. Naruto no estaba, pero sí había algo sobre la cama.
Arrugó el entrecejo.
¿Esa era su ropa interior? Curioso, giró el rostro, su armario estaba abierto. Apretó los labios con la ansiedad latente en su pecho. Él seguramente había revisado cada centímetro de sus cosas.
Nervioso, observó nuevamente la cama. Además de la ropa interior, también estaba su celular.
Uno que solo tenía fotos de Naruto.
Avergonzado, escuchó la puerta abrirse de su habitación. Tímidamente, le dio una mirada de reojo. Apretando la toalla alrededor de su cintura con fuerza al ver su rostro.
Naruto estaba sonriendo, con una miradita dulce, pero insoportablemente irritante.
—Pensé que no tenías imágenes mías —murmuró incrédulo—. Pero tenías una sorpresa tan bonita para mí.
Sasuke apretó los labios, sintiendo la vergüenza estallar en su rostro. No era una sorpresa, era un secreto, no debía enterarse.
Naruto avanzó con rapidez, sujetándolo de los hombros, en el leve forcejeo la toalla se deslizó por sus piernas hasta el suelo.
Otra vez estaba desnudo frente a él, y fue tan vergonzoso como siempre, o quizás más, porque ambos sabían que se había limpiado para él.
—¿Por qué eres tan lindo? —preguntó bajando las manos por sus hombros hasta su cintura.
Sasuke observó sus ojos, serenos, cariñosos.
—No lo soy —murmuró con suavidad.
Naruto lo atrajo, ronroneando con fuerza, dando leves gruñidos de satisfacción, mientras frotaba su nariz contra su cuello.
—Lo eres —aclaró con firmeza, besando las heridas—. Eres la cosita más linda del mundo. Nunca encontrarán a alguien como tú, eres único y todo mío.
Cerrando los ojos, sintió su boca sobre la suya, suave, dulce, amorosa. Con lentitud rodeó su cuello con sus brazos, respondiendo a su efecto.
—Y tengo el privilegio de tenerte solo para mí —murmuró en un suspiro soñador.
Lo observó a los ojos, perdiéndose en ellos. Tenía miedo de mirarlo fijamente, porque sentía que olvidaba todo cuando estaba a su lado.
Simplemente, quería olvidar quién era y qué era.
De esa forma lo hacía sentir su alfa, lo sumergía tan profundamente en su afecto tan dulce como la miel que deseaba vivir así. Aunque fuera tan sofocante y a veces se sintiera como un pantano de miel que intenta atraparlo.
Y de cierta manera cuando volvieron a besarlo, lo hizo.
Olvido porque debía resistir y no arrojarse por sí solo al charco de miel.
Nunca pensó que sus besos fueran de esta manera, acarició suavemente el cabello de nuca, sintiendo su aroma, su calor, la forma en que sus labios se movían con infinita ternura.
Tembló levemente cuando su lengua rozó con la suya. Eso le gustaba, causaba cosquillas. Imitó su acción, sintiendo como Naruto sonreía.
Su boca se alejó, Sasuke estiró los labios, recibiendo un pequeño toque. Parpadeó confundido y lo observó con el ceño fruncido.
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Soy un alfa
FanfictionSasuke nació como alfa. Al inicio pensó que era perfecto, que sería el orgullo de su padre, que tendría un brillante futuro, y sería un alfa digno de admirar. Hasta que entendió que un alfa no debe enamorarse de otro. Solo en ese momento, deseo ser...