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﹘ " Capítulo siete: Una
verdadera estrella" ﹘
ᘠ 𔓕 𝐌 ˑ ♔︎


El timbre resonó en toda la casa de los O'brian, interrumpiendo a la banda que se encontraba ya en su quinto ensayo. Aún sin poder perfeccionar la canción como ellos desearían.

— ¡Yo voy! -gritó Daisy, dirigiéndose con rapidez para abrir la puerta, encontrándose con una bonita rubia.- ¡Ay! H-Hola, por favor, pasa.

— Buen día, Daisy.

Evelyn le brindo una cálida sonrisa, deteniéndose por unos momentos en la puerta observando la sala donde estaban los demás chicos.

Entró a la casa con una gran curiosidad, realmente no hacía falta que la invitaran a entrar como hacían ver en distintas representaciones de los vampiros.

Mientras tanto cierto vampiro rockero apenas y pudo vislumbrar la figura de la rubia en la entrada no pudo apartar la mirada.

》— Tienes una casa muy bonita... Gracias, por haberme invitado. -Mencionó lo último dirigiéndose a todos.

— No es nada, es más, eres tu quien nos honra con su prescencia.

Evelyn sonrió, ligeramente incómoda, no le resultaba del todo agradable que en ese tipo de situaciones la llegarán hagalar de más. Queria hacer amigos, no que le recordarán cada 2 segundos su fama.

— Oh, por favor. Solo soy una simple humana como todos ustedes. -mencionó con un toque de ironía.- No se detengan por mi, después de todo para este momento ustedes son los protagonistas.

Los demás soltaron una risa nerviosa, ya que, aunque ella no lo sabía, la única humana ahí presente era Lucía.

Todos volvieron a tomar su instrumento dispuestos a seguir con su ensayo, a excepción de Mirco, quien se acercó hacia la rubia.

— Pensé que no vendrías -dijo casi en un susurro, muy nervioso.

Y es que no era sorpresa para nadie que desde que había conocido a la chica, se habia atontado, su personalidad cambiaba drasticamente al estar ella presente. Revolvía su interior.

Sacó dentro de su chaqueta una rosa artificial junto a una pequeña caja de chocolates para entregárselos.

》— L-Los traje para ti, espero que te gusten.

La chica intentó sonreír ante el detalle.

— Muchas gracias Mirco, a decir verdad su banda me llamó bastante la atención el día del concurso. ¿Qué mejor que venir a escucharlos?

— Bueno, bueno. Ya basta de platica que tenemos que seguir con el ensayo.

Interrumpió Lucía ya algo irritada con el comportamiento de Mirco de los últimos días, ya bastante había sufrido cuando tenía una obsesión con Daisy. Pero que ahora apareciera alguien que hacia ver sus probabilidades de salir con él aun más bajas, fue mucho peor.

Todos se pusieron en sus respectivos lugares y la rubia tomó asiento en uno de los sillones, escuchando atenta.

No podía negarlo, eran buenos. Pero si aún no llegaban al punto que ellos querían era porque cada uno se concentraba en lo suyo y destacar por si mismos.

— Creo que deberían de escucharse mejor, los unos con los otros. No intentar resaltar sobre los otros... uhm, Daisy claramente es la que más va a sobresalir así que, Drago, ¿podrías comenzar a tocar desde el principio?, Mirco, ¿me prestas tu guitarra?

— C-Claro, aquí tienes. Es toda tuya.

Mirco le pasó la guitarra y ella la tomó con tanto cuidado como si fuera la suya.

- ୨ 𝐇ard to love ୧  › Mirco VladimoffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora