CAPITULO 3

260 49 16
                                    


Finalmente, la transformación sucedió.

En vísperas de Navidad, Kang YeoSang despertó siendo humano.

Al principio, no lo podía creer. Tampoco entendía cómo sucedió.

Después de conversar con JongHo hace un par de semanas atrás, había regresado a su casa más tranquilo, esperanzado y hasta fuerte. Seguía como Maltés, pero estaba lleno de una confianza inusitada de que todo saldría bien. En el camino de regreso se encontró con sus amigos, su confianza siendo desplazada por desconcierto al ver a su grupo de amigos todos sucios, WooYoung y San con pasto hasta en el pelo. Tan pronto lo vieron, sus tres amigos se lanzaron a tomarlo en brazos, disculpándose por no ir antes por él y algo sobre patear traseros que nunca entendió, pero igual lo conmovió.

Al final los cuatro terminaron llorando y de algún modo, todo se sintió mejor que antes.

En fin, desde ese día sus amigos no dejaron de darle ánimos y confianza en que lograría transformarse. Así, cada día que se paraba frente al espejo e intentaba tomar su forma humana recordaba sus palabras, junto a las de JongHo.

"YeoSang eres un Dóberman. Los Dóberman no dudan."

Eso, junto a ignorar los comentarios que le hacían daño, lo ayudaron a superar cada día más sus miedos, hasta que finalmente sucedió. Al parecer las barreras que inconscientemente colocó, se desvanecieron hasta que despertó como humano y cayó al piso de bruces cuando se paró en dos pies por primera vez.

Fue doloroso, desconcertante y emocionante al mismo tiempo; él intentando procesar todo de una vez.

A tropezones, YeoSang llegó al espejo y cuando se vio, boqueó.

¡Tenía ojos!¡Y pelo!

Bueno, por supuesto que los tenía, como Maltés también, pero era los de un humano.

Esa mañana se quedó mirando su reflejo e investigando ese cuerpo humano con asombrosa curiosidad, olvidando por completo todo lo que temía en un inicio. Al final se formó un gran alboroto en su casa, sus padres prácticamente llorando cuando lo vieron bajar la escalera envuelto en una manta, como humano.

Sus amigos por el contrario, chillaron y gritaron felices cuando lo vieron llegar abrigado hasta la nariz con su bufanda roja y un gorro a juego. WooYoung terminó tirándolo contra la nieve, San y YunHo imitándolo hasta formar una torre humana en la que YeoSang siempre esperó ser parte.

Fue un gran día que le hubiera gustado compartir también con su amigo JongHo. Sin embargo, sabía que con esa nieve no lo vería.

Así que esperó. Y esperó.

Hasta que la primavera llegó. Pero JongHo no.

YeoSang lo buscó por varias partes, pero no lo encontró. Eso lo decepcionó bastante. Realmente quería mostrarle su cambio y conversar con él. Pero no fue posible.

Ingresar al colegio hizo que su decepción fuera olvidada con el tiempo y en cambio su mente se enfocara en otras cosas. Especialmente porque debía ponerse al día con las materias.

A diferencia de los humanos, ellos no iban al colegio hasta los doce años debido a que esa edad adoptaban su forma humana. Por lo mismo debían tomar clases particulares previo al ingreso, como después de iniciadas las clases. Por supuesto, para que eso funcionara, ingresaban a colegios que eran dirigidos por cambiaformas, lo cual facilitaba su adaptación y que no hubiera preguntas incomodas sobre registro de notas u otros.

Así fue como el tiempo pasó, hasta que debieron migrar a la capital para ingresar a la misma universidad. YunHo se alojó donde sus abuelos, San llegando de polizón y viviendo con ellos también. Por supuesto, como toda familia de Golden Retriever, simplemente adoraron al felino y lo acogieron como si fuera uno más de la familia. En cambio, YeoSang y WooYoung decidieron alojarse en las acomodaciones que la universidad facilitaba, terminando como compañeros de habitación, lo cual fue un alivio.

Corazón de Dóberman [JongSang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora