𝑁𝑎𝑑𝑖𝑒 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑒 𝑒𝑛𝑡𝑒𝑟𝑎𝑟𝑠𝑒... 𝑛𝑖 𝑠𝑖𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑎 𝐶ℎ𝑎𝑟𝑙𝑖 𝑜 𝐴𝑙𝑎𝑠𝑡𝑜𝑟... 𝑚𝑢𝑐ℎ𝑜 𝑚𝑒𝑛𝑜𝑠 𝐴𝑙𝑎𝑠𝑡𝑜𝑟.
𝘖𝘮𝘦𝘨𝘢𝘷𝘦𝘳𝘴𝘦
Lucifer queda embarazado pero nadie sabra de esto
El tiene que ocultar esto
Nadie puede ente...
No era secreto para nadie el poder curativo de un Ángel, sin embargo pocos sabían que al ser un Ángel caído aún tendrias este poder apesar de ejercerlo de forma diferente.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La fiesta abia pasado, los pasillos estaban vacíos, comúnmente después de celebrar de esa forma estarían cansados.
Pero aún quedaban dos almas despiertas en el establecimiento.
Lucifer caminaba por los fríos pasillos después de aber dejado el plato usado en la cocina.
Cuando encontró unas pequeñas gotas de sangre en el piso no se preocupó mucho, teniendo en cuenta en donde estaba.
Hasta que percibió un olor casi impersiptible tan impersiptible que ni siquiera podía distinguir a quien pertenecía, pero no era el caso para su omega el cual se alteró de inmediato.
Siguiendo el rastro de sangre hasta una puerta, nisiquiera pensó dos veces para abrirla, tal vez ni una.
-¿Alastor?-se arrepintió de inmediato.
"Maldito instinto"
-¿Qué hace en mi habitación? -Pregunto con un claro enojó.
-Y-yo e venido aquí por... el asqueroso rastro de sangre que ensucia las alfombras de este hotel-Cambio su rostro y tono nervioso a uno seguro e indignado.
El más alto empezó a hablar y quejarse pero el rubió no lo escucho.
Su omega volvió a tomar el control de su cuerpo, el olor a sangre y muerte se hacía más fuerte.
-¡Lucifer!-Utilizo su voz de alfa haciendo que el contrario se estremesiera saliendo de su transe dandose cuenta de la pose en la que estaban.
El rubió casi pegado al pecho del alfa mientras este sostenía sus muñecas intentando alejarlo.
Pero su omega seguía haí-Sangre-La presencia de este fue notada por Alastor.
-Es solo una herida-Dijo fastidiado.
-Yo puedo... puedo curarla-Ofrecio, pero con cada palabra que daba su omega iba desapareciendo.
Al recobrar su conciencia se alejó inmediatamente del moreno, quería retractarse de lo dicho pero ya era tarde.
-¿Cómo? -Cuestiono arqueado una ceja.
-Cuando tume...marcaste la cicatriz que tenías en el abdomen desapareció-hiso una pausa y siguió hablando-Digamos que la sangre de algunos angeles tiene siertas... capacidades-
-¿Tu me dejaras tomar tu sangre?-Dijo en un tono burlón.
-Bueno, mi hija parese haberse encariñado un poco con tigo-Hablo haciendo ademanes con las manos, Tomalo como un agradecimiento por la comida-Dijo restándole importancia.
Alastor se hacerco bajando la cabeza hasta el cuello de su 𝘮𝘦𝘥𝘪𝘤𝘪𝘯𝘢.
Clavo sus diententes en el haciendo que suelte un pequeño quejido.
No le gustaba admitirlo pero la sangre de ese omega en específico le era adictiva.
Y a el no le gustaba admitirlo pero el sentir como los colmillos del contrario se encajaban le era placentero.
Al tener este pensamiento tomó a Alastor por los hombros y lo apartó de inmediato haciendo caer al contrario aún algo atontado por lo susedido, se levantó enseguida mientras el soberano salía casi corriendo no sin antes advertirle sobre guardar el secreto.
