𝑁𝑎𝑑𝑖𝑒 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑒 𝑒𝑛𝑡𝑒𝑟𝑎𝑟𝑠𝑒... 𝑛𝑖 𝑠𝑖𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑎 𝐶ℎ𝑎𝑟𝑙𝑖 𝑜 𝐴𝑙𝑎𝑠𝑡𝑜𝑟... 𝑚𝑢𝑐ℎ𝑜 𝑚𝑒𝑛𝑜𝑠 𝐴𝑙𝑎𝑠𝑡𝑜𝑟.
𝘖𝘮𝘦𝘨𝘢𝘷𝘦𝘳𝘴𝘦
Lucifer queda embarazado pero nadie sabra de esto
El tiene que ocultar esto
Nadie puede ente...
La noche había llegado y se había ido tan rápido como el día abandono cada espacio del infierno.
Sin embargo sierto rubio no pudo dormir en la oscuridad nocturna.
Su instinto le pedía a gritos encontrarse con su alfa.
Necesitaba verlo, olerlo, sentirlo nesesita saber que estaba haí.
En cuanto el día llegó, salió corriendo de su alcoba deteniéndose en cuanto encontró a Charli y a varios pecadores viéndolo raro.
Su hija se acercó y lo Alejo de la multitud para hablar con privacidad.
-¿Estas bien, papá?-Pregunto con preocupación.
-Si, estoy bien no hay nada de que preocuparse-Calmo a su primogénita calmandose a el mismo de paso-¿Has visto a Alastor?-Sin embargo la intranquilidad no abandonaba su cuerpo.
Lamentablemente al recibir una negativa como respuesta su preocupación creció, saliendo de la sala para buscar al ciervo.
Llegó a la habitación del contrario y sin éxito se dispuso a seguir buscando pero terminó tropezando y chocando contra la mesa de noche del alfa haciendo caer un par de cosas se sostuvo de la manija para levantarse ocasionando que uno de los cajones se entreabriera.
Una vez de pie intento cerrar el cajón pero vio de reojo una llamativa nota pintada de color roja.
Una amenaza echa con un rojo carmín oscuro, sangre casi seca esparsida por el papel.
Sus ojos demoníacos se hacían ver, sus cuernos empezaban a sobresalir y llamas de un fuego ardiente recubrian el suelo alrededor del demonio.
Reconocería esa letra donde fuera, miles de veses hiso tratos con el ya fuera por trabajo o secretos ocultos.
-Maldito hijo de puta-
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Los gritos y quejas de dolor llenaban la habitación, la sangre se escurria en las paredes.
Vox orcaba con emoción y odio al demonio radio que solo intentaba aferrarse al brazo del contrario para no ser asfixiado.
-Jódete-Solto con el aliento que le quedaba.
Un fuerte ruido se escucho, miles de vidrios volando por los aires.
Las luces se rompieron por el golpe y el fuerte viento, siendo la única fuente de iluminación una bola de fuego que rodeaba a una entidad amenazante.
La Televisión soltó al Moreno por la conmoción volteando automáticamente a la fuente del sonido.
-¿𝚀...𝚚..𝚚𝚞𝚎́ 𝚑𝚊𝚌𝚎𝚜 𝚊𝚚𝚞𝚒́?- Pregunto el de azul intentando disimular los movimientos de su mano que trataba de alcanzar el mando con el boton.
Sin embargo sus movimientos fueron predesidos con anterioridad por el más bajo, con un rápido movimiento destruyó en segundos el control.
Acercándose lentamente al beta electrónico mientras este caminaba hacia atrás para compensar la distancia acortada por el rey.
Alastor miraba la escena aún tomando aire pero aunque recuperará el aliento perdido le sería difícil el siquiera mover un dedo gracias a sus heridas.
Por un breve momento el Overlord televisión se abia olvidado de su presencia, recordandolo miro al contrario y luego al monarca enfrente suyo esbozando una gran sonrisa.
-𝚀𝚞𝚒𝚣𝚊́ 𝚗𝚘 𝚙𝚞𝚎𝚍𝚊 𝚎𝚡𝚙𝚘𝚗𝚎𝚛𝚝𝚎 𝚎𝚗 𝚝𝚟, 𝚙𝚎𝚛𝚘 𝚜𝚎𝚛𝚒́𝚊 𝚞𝚗𝚊 𝚙𝚎𝚗𝚊 𝚚𝚞𝚎 𝙰𝚕𝚊𝚜𝚝𝚘𝚛 𝚜𝚎𝚙𝚊 𝚝𝚞 𝚜𝚎𝚌𝚛𝚎𝚝𝚒𝚝𝚘- Empezó a reír-𝙴𝚜𝚝𝚊𝚜 𝚓𝚘𝚍𝚒𝚍𝚘, ¡𝚗𝚘 𝚙𝚞𝚎𝚍𝚎𝚜 𝚖𝚊𝚝𝚊𝚛𝚖𝚎!-Declaro tomándose la “cabeza" con una mano y con la otra mano señalandolo.
Lamentablemente para el, su provocación no hizo más que irritar al soberano del infierno, el cual tomó su cuello con una mano y lo ahorcó tal como hiso anteriormente con el pelirrojo.
El venado moribundo sin fuerzas para moverse quedo desmayado en el suelo del sangriento lugar.
Intebaba hablar con desesperación pero el aire no llegaba a sus pulmones, encajando sus uñas en el brazo que detenía su respiración.
Rápidamente quedo inconsciente y el soberano se encargó de apretar su cuello hasta que su corazón dejara de latir por completo.
El Omega se limpio las manos en su traje y miro a los pecadores en el suelo, observando detalladamente al de rojo.