ATENCIÓN: CONTENIDO FUERTE Y EXPLÍCITO, ME ODIARÁS.
Han pasado varios años desde el incidente del beso, y Lisa Manobal ha llevado una vida aparentemente tranquila junto a su esposa e hijo. Sin embargo, las noches se convirtieron en su tormento. Cada vez que la oscuridad caía, los recuerdos de aquel beso la atormentaban, robándole el sueño y la paz que tanto anhelaba. Se encontraba atrapada en un ciclo de pensamientos obsesivos, imaginando lo que podría haber sido una aventura prohibida con su alumna.
—¡Ah! Maldita Ruby, seguramente habrás crecido. —murmuraba para sí misma mientras se acariciaba el rostro, recordando la intensidad de aquel momento.
El remordimiento y el deseo la mantenían cautiva, y con cada noche que pasaba, su decisión de dejar el pasado atrás se volvía más difícil de sostener. La locura la llevó al límite, y un día, impulsada por la obsesión, decidió regresar a la ciudad donde vivía Ruby, con la esperanza de espiarla una vez más y averiguar qué había sido de ella.
Mientras tanto, Ruby se estaba convirtiendo en toda una señorita, una adolescente que empezaba a parecerse más a su madre. Sin embargo, la sed de venganza que había albergado durante años estaba apagada, eclipsada por un amor profundo y guardado hacia Lisa. Aunque había crecido, la conexión emocional que había sentido por su profesora aún la seguía atormentando, y a menudo se encontraba perdida en recuerdos de su breve encuentro.
Una calurosa tarde de verano, Ruby regresaba a casa después de un largo día. Como ya era costumbre, se deshizo de sus zapatos con un par de patadas, lanzándolos lejos de ella, antes de quitarse el uniforme escolar y dejarlo tirado en el pasillo. El calor abrasador empapaba su piel de sudor, especialmente en su intimidad, haciéndola anhelar una ducha fría que la revitalizara.
Sin embargo, al entrar en la casa, algo la detuvo en seco. El silencio era ensordecedor; no había música ni televisión encendida, solo el murmullo del aire acondicionado. Esa falta de ruido la llenó de inquietud. Justo en ese momento, una mano fuerte la tomó por la espalda, mientras otra le tapaba la boca.
Ruby luchó por liberarse, intentando zafarse del agarre de la persona enmascarada, pero sus esfuerzos fueron en vano; la fuerza del intruso la superaba. Sintió cómo la adrenalina le corría por las venas mientras intentaba entender la situación. Con un movimiento ágil, el atacante la derribó al suelo, colocando un pie entre sus piernas, aplastando su voluntad con su peso.
El golpe la dejó sin aliento, y cuando intentó incorporarse, una bofetada resonó en su rostro, dejándola aturdida. Saboreó el amargo sabor de su propia sangre en los labios mientras la oscuridad empezaba a nublar su visión. El intruso aprovechó la ventaja, bajándole los pantalones hasta los tobillos, pero Ruby no se dejaría vencer tan fácilmente.
—¡No! —gritó, pero otra bofetada la hizo callar.
A pesar del pánico que la invadía, Ruby sabía que no podía rendirse. Con el corazón latiendo con fuerza, comenzó a buscar una forma de escapar.
—¡No quiero que grites ni que digas nada! —rugió con voz profunda, interrumpiendo el silencio de la habitación.
Ruby, aún atrapada en la confusión y el horror, sintió cómo el pánico la invadía. La sensación de su ropa interior, pegajosa y húmeda por el calor del día, se sumaba a su asco. Aquel momento era abrumador, y el terror la mantenía paralizada. Estaba tan concentrada en controlar su náusea que no se percató de lo que estaba a punto de suceder.
En un movimiento brusco, la intrusa abrió sus piernas, y en un instante, sintió la presión y el dolor de un trozo de carne de dentro, totalmente inesperado. Un grito de sorpresa quedó atrapado en su garganta, ahogado por el trozo de tela que le impedía hablar.
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LA EX DE MI MADRE
Novela JuvenilMi nombre es Ruby, hija de Jennie Kim. Dicen que soy su reflejo, la viva imagen de la mujer que fue arrebatada de mi vida. A mis veinte años, he esperado cada segundo por este momento. La venganza es dulce, y ha llegado la hora de cobrarla. Lisa Man...