Capítulo 02: Cuando un corazón se rompe

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La noche era suave, apenas cálida, como si el aire mismo conspirara para mantener los secretos ocultos. Jennie se encontraba en la habitación que compartía con Lisa, pero su mente estaba muy lejos. La suave luz de la lámpara reflejaba sombras en las paredes, y el sonido de la ducha en el baño cercano indicaba que Lisa se estaba preparando para ir a la cama.

Jennie estaba sentada en el borde de la cama, mirando un mensaje de Pranpriya en su teléfono. Sus dedos rozaban la pantalla con una mezcla de nerviosismo y deseo, sabiendo lo que ese mensaje significaba. No era la primera vez que sucedía. Desde ese primer beso prohibido, su relación con Pranpriya había crecido en intensidad. Lo que comenzó como una atracción peligrosa había evolucionado en un romance furtivo, lleno de pasión secreta y momentos robados.

El mensaje de Pranpriya brillaba en la pantalla:

"Ven a verme esta noche, Jennie. Ya no puedo esperar más. Sabes que no es solo un juego para mí".

Jennie sintió un nudo en el estómago. Sabía que estaba jugando con fuego, pero no podía resistirse a Pranpriya. Era como una droga. Cada vez que estaba con ella, sentía una adrenalina que la embriagaba, algo que no encontraba ni siquiera en los brazos de Lisa, a quien seguía amando profundamente. Pero su corazón se había dividido, y esa dualidad la estaba consumiendo.

Lisa salió del baño, envuelta en una toalla, sonriéndole dulcemente a Jennie. No había notado la distancia creciente entre ellas, o al menos no completamente. Jennie apartó el teléfono rápidamente, esbozando una sonrisa que ya no tenía la misma sinceridad de antes. Mientras Lisa se secaba el cabello, Jennie pensó en la próxima excusa que tendría que inventar.

—¿Todo bien, Jennie? Estás muy callada hoy. — La voz de Lisa era cálida, preocupada, como siempre.

Jennie asintió con una sonrisa forzada. —Sí, solo estoy cansada. Creo que voy a salir un rato para despejarme. Tal vez dar un paseo. — Lisa frunció el ceño, extrañada. —¿Un paseo? A esta hora...— Jennie se levantó de la cama, sintiendo la presión aumentar. —Necesito un poco de aire fresco, nada más. Volveré en poco tiempo.

Lisa dudó, pero asintió, confiando en las palabras de Jennie. Esa confianza que Jennie sabía que estaba destrozando con cada mentira que salía de su boca.

Jennie dejó el apartamento sin mirar atrás, sintiendo el peso de la culpa apoderarse de ella. Sabía que lo que estaba haciendo estaba mal, pero una parte de ella había dejado de luchar contra esa atracción incontrolable. El amor que sentía por Lisa era profundo, pero la pasión que compartía con Pranpriya era adictiva.

Pranpriya la esperaba en su apartamento, un lugar donde las reglas del mundo exterior parecían desvanecerse. Tan pronto como Jennie cruzó la puerta, el ambiente cambió. Pranpriya, con su cabello suelto y una mirada llena de deseo, la recibió con una sonrisa cargada de promesas.

Sin decir una palabra, Jennie la besó con urgencia, como si en ese beso quisiera ahogar la culpa y el miedo que la atormentaban. Era en esos momentos, entre los brazos de Pranpriya, donde Jennie se perdía completamente, olvidando a Lisa y todo lo que estaba en juego.

Sus cuerpos se movían en sincronía, cada caricia, cada beso, lleno de una intensidad que parecía quemar todo a su alrededor. Pranpriya sabía exactamente cómo seducirla, cómo llevarla al límite, y Jennie, por más que intentara luchar, siempre caía rendida. Sabía que esto no podía continuar, pero en esos momentos de pasión, el futuro y las consecuencias no importaban.

Pranpriya la miraba con ojos llenos de satisfacción y deseo. —Sabes que no puedes seguir ocultándolo por mucho más tiempo, Jennie. Lisa no es tonta. —Jennie se separó brevemente, jadeando. —No lo entendería...— Pranpriya la acarició suavemente, recorriendo su rostro con los dedos.

LA EX DE MI MADREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora