Capítulo 13: ☆ La señorita oscuridad ha reencarnado ☆

3 1 0
                                    

Las mañanas siempre eran iguales, mis padres llegaban hasta tarde o a veces solo venían a cambiarse y se iban

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las mañanas siempre eran iguales, mis padres llegaban hasta tarde o a veces solo venían a cambiarse y se iban. Comenzaba a preguntarme si al menos recordaban que tenían dos hijos. Pero, mirándolo del lado positivo, como casi no estaban aquí podía hacer lo que yo quisiera. Como lo había dicho, cambié mi imagen a una más... imponente. Hacer un cambio nunca hacía daño, eso me lo había enseñado thestray cuando lo conocí en Mystic. 

Mi padre casi me deshereda cuando vio mi nuevo piercing en el costado de mi nariz, aunque no se compara con la reacción de mi madre al ver la tinta negra que cubría mi muñeca en forma de estrella, decidí hacerme un tatuaje; cuando fui con Shawn y los demás a esa tienda de perforaciones y tatuajes no pude resistirme aunque fue desesperante ver como Tobías me rogaba que no lo hiciera.

-          ¡George, ya es hora! – dije dándome una última mirada en el espejo. Todo estaba perfecto. Salí de mi cuarto y rápidamente me dirigí a las escaleras para esperar a mi hermano en la puerta. – Te tardas siglos. – dije mientras lo veía bajar por las escaleras.

-          ¡Oye! Esa es mi línea. – dijo acusándome a lo que yo solo sonreí.

-          ¡Hey! ¡Fox! – era Shawn.

-          Que pasa, molesto. – dije saludándolo con una sonrisa.

-          Sabes que me amas. - respondió sonriendo bromista. Yo cerré los ojos mientras reía un poco. - Yo los llevo.

-          ¿En tu convertible? – dijo muy emocionado mi hermano.

-          Claro, amiguito.

-          Genial, pido el asiento de enfrente. – dijo corriendo hacia el auto. Ese niño era imparable.

-          Primero las damas. – dijo haciendo una reverencia, estaba comenzando a acostumbrarme a su actitud despreocupada. Comencé a caminar a su lado hasta el auto y sin más, mi día estaba por empezar.

Dejamos a George en su escuela y finalmente pudimos hablar libremente. Era un poco incómodo hablar con mi hermano acerca de lo que tenía planeado.

-          ¿Cómo sigue tu ojo?

-          Mejor. – dije sin más. Había pasado un fin de semana así que la hinchazón y el color comenzaban a desaparecer. Fue un completo caos cuando mi madre vio el golpe, tuve que mentirle diciéndole que me golpee con la puerta de mi cuarto, obviamente no me creyó pero me daba igual.

-          Y... ¿Qué planeas hacer en cuanto a Oscar? – dijo mirándome de reojo.

-          Por ahora, quizá solo cosas pequeñas, comenzar a humillarlo, e ir avanzando poco a poco.

-          Sabes que corres el riesgo de que vuelva a pasar lo mismo, ¿no? – dijo con una voz cautelosa. Claro que lo sabía, pero esta vez... va a ser diferente. – Ya te dije que es mejor enfrentarlo mientras uno de nosotros esté cerca.

12 ESTRELLAS (Saga Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora