⁰³

72 11 0
                                    

“Oportunidad”

Se tiró desganado hacia su cama, provocando que sus pantuflas cayeran solas al estar bocabajo. Comenzó a buscar su teléfono en la cama, ni se molestó en moverse, una vez lo encontró lo encendió para después abrir los mensajes que tenía; uno era de su mamá respondiendo el mensaje que había enviado rato atrás, el resto eran de Aquino.

Abriendo el chat con su amigo se encontró los típicos mensajes de: “Hola" “¿Ya llegaste a tu casa?”, ya era una costumbre de él. Contestó cada uno recibiendo una respuesta casi inmediata por parte de Aquino, él haciendo lo mismo.

Tras unos momentos Soarinng sacó el tema de Duxo, desahogando sus frustraciones recientes sobre el amigo de su amigo; porque de él no es.

Se quejó del como sentía un aire de superioridad en él, el como parecía molestarlo sin razón. Lo conoció ese día y ya le parecía molesto por su manera de actuar.

Concluyó sus constantes mensajes con un “Aunque no lo conozco suficiente aún”. Como respuesta recibió un “XD”, después de todo puede decirse que lo criticó.

Observó como en la pantalla aparecía que Aquino se encontraba escribiendo, esperó pacientemente a que lo enviara.

Bajó un poco el celular buscando descansar su vista, la cual se dirigió hacia su techo. Cuando la devolvió ya estaba el nuevo mensaje.

——"Créeme que así es Duxo, es su forma de ser, peto" —Soltó una risa al leer el error que cometió ——"si le dices que algo no te gusta no lo hará".

Lo pensó un momento, no sonaba mala idea, después de todo necesitaba conocer a más gente; sería una buena oportunidad, o eso quiere creer.

Sus pulgares comenzaron a presionar a una rápida velocidad las teclas que aparecían en la pantalla, tecleando así un: “Le daré una chance”, pocos segundos después presionando para enviarlo.

Ahora que lo analizaba bien no estaría mal si logra hacerse amigo de Duxo, no tendría que regresar solo, algo bueno, ¿no?

Su habitación comenzó a tornarse de tonalidades más oscuras debido al sol ocultándose en el exterior, algo que lo obligó a levantarse de la comodidad que su cama le otorgaba e ir hacia el interruptor al lado de su puerta. Con un solo movimiento toda su habitación tenía de nuevo una iluminación.

Regresó a su cama, ahora sin la misma sensación que hasta segundos atrás seguía manteniendo.

Tomó su celular y al momento de encender la pantalla se dio cuenta, por un momento había olvidado que estaba hablando con Aquino, todo por pensar en su, no tan probable, amistad con Duxo.

Hablando de Duxo, para él era algo raro además de molesto, ¿quién en su sano juicio iría a, valga la redundancia, molestar al amigo de tu amigo que acabas de conocer sin haberse presentado? Solo Duxo, al parecer.

Era todo un mundo que no sabía del todo si quería decubrir.

Su conversación con Aquino se mantuvo, cambiando de tema periódicamente. Soarinng se sentía feliz por volver a tener una comunicación ya constante con su amigo, desde hace meses atrás volvió y más contento no puede estar.

El sonido de la puerta principal captó su atención por lo que optó rápidamente a despedirse de su amigo. Salió disparado de su habitación hacia la planta baja, teniendo cuidado con las escaleras.

No pudo evitar sonreír al ver a su mamá ir en dirección a la cocina. Iba a aprovechar el poco tiempo que tenía para estar con ella.

Soarinng seguía sus pasos en silencio, o al menos lo intentaba.

Una casualidad -DuxarinngDonde viven las historias. Descúbrelo ahora