⁰⁵

46 9 0
                                    

“¿Quién es él?”

——¡Hasta mañana!

El cuarteto de amigos se separó tras salir, Mictia y Lucasta se fueron por un lado mientras que Soarinng fue al otro con compañía de Estailus.

Hacía una semana desde que se había integrado a ese grupo, claro que le comentó a Aquino para que no lo buscara en los recesos.

A su lado se encontraba Estailus, no solo su gran estatura captaba la atención, sino también sus ojos esmeralda y risos de chocolate, además de su carisma.

——¿Te imaginas que ahorita nos asaltan?

Y sus ocurrencias.

——Yo te dejo, ahí te las ves.

——Que buen amigo que eres —Estailus respondió a tono de broma.

En el poco tiempo de conocerse Soarinng supo que Estailus provenía de un lugar cercano de donde él solía vivir hasta meses atrás, ese dato lo dejó sorprendido, existía la posibilidad de que se hayan visto al no ser muy grande y ellos ni en cuenta.

El regresar a casa dejó de ser un trayecto largo, o por lo menos la sensación ya no era así. Con Estailus el camino era casi pura risa. Se pregunta de donde saca tanta cosa.

Se sentía bien con la compañía de Estailus, no solo de él, también de Mictia y Lucasta, tenían un "algo" que le agradaba.

Inevitablemente en clases se enteraron de su nombre, y él el de ellos. Por fin entendió el porqué Lucasta le dijo que Estailus tenía nombre de asaltante.

Ambos iban en su rollo, haciendo chistes malos y uno que otro en doble sentido, nada sorprendente. Se detuvieron antes de cruzar la calle, no venga siendo que salga un carro de la nada.

——¿Soarinng? —Se oyó a alguien más casi gritar.

El susodicho se dio vuelta, que él sepa nadie lo buscaba y aunque le sonaba un poco la voz no supo reconocer el dueño de esta, cosa que lo confundió más.

No sabía como reaccionar, ya lo reconocía después de verlo. Se acercaba a ellos a una buena velocidad para alcanzarlos, por lo que ve estaba solo, nadie más parecía estar tras él.

Estailus no entendía del todo la situación. Sabe que Soarinng tenía un amigo que él desconocía y que se conocían de años, pero ver la reacción inmediata que tuvo no le hacía mucho sentido. ¿Qué ese no es su amigo?

——Hace tiempo que no nos vemos, ¿cómo te ha ido? —saludó alegre, ni bueno fue para un "hola".

Soarinng tragó saliva, no podía asegurar si fue por nervios o por otra cosa.

——Pues normal —soltó sin más.

Se dio cuenta del desconcierto de Duxo, su expresión lo decía todo. Su ceño se frunció ligeramente demostrando su confusión, a su vez, torció un poco la boca. A Soarinng le daba una mala espina.

——Dime. Para tí, ¿qué es lo normal? Te recuerdo que tengo tiempo sin saber de tí.

No pudo reconocer si el tono en su hablar fue de burla, si fuera el caso no le sorprendería, ya se veía venir alguna broma sin chiste alguno.

——Deja los presento —lo decía más por el castaño oscuro que por Duxo—. Estailus, él es Duxo. Él es Estailus, un amigo de mi salón.

——Un gusto —dijo Estailus de inmediato con entusiasmo.

——Digo lo mismo. Umm... ¿no interrumpí nada?

——No, en realidad no hablábamos de algo fijo, así que tú tranquilo —Nuevamente fue Estailus quien tomó la palabra.

——Me alegro saberlo.

A Soarinng le pareció notar que la actitud de Duxo tuvo un cambio, sospechaba que se hacía el tonto.

——Que dicen, ¿nos vamos? Tengo hambre, no sé ustedes.

Duxo y él estuvieron de acuerdo, más que nada porque ya quería estar en su casa sin tenerlo cerca.

En ese momento siente algo de envidia por Estailus, sin problema conversaba con Duxo, este no lo molestaba, se le veía sin incomodidad y todavía se las arreglaba para que los tres hablaran, algo que él no había podido hacer, aunque dudaba hacerlo en el futuro.

No quería ser evidente sobre su inquietud en el asunto, no quería deber alguna explicación. Fingía que la personalidad que Duxo mostró con él antes no le molestaba, si volvía a hacerlo que lo perdone Estailus, porque no se iría por donde mismo.

——Hasta mañana —le dijo Estailus antes de darle unos golpecitos en la cabeza—. Ojalá vernos pronto. Adiós.

Soarinng se despidió solo con la mano. Ya estaba solo con Duxo y, ¿ahora qué? A diferencia de lo que hizo Estailus él no puede, con suerte tiene amigos.

Le importó poco verse grosero al comenzar a caminar por su cuenta, de todas maneras Duxo se percataría de ello.

——Oye, ¿por qué no nos dijiste que ya no estarías con nosotros?

——¿Aquino no les dijo?

Recuerda a la perfección que le comentó a Aquino para que él les dijera, aunque lo vea capaz no quiere pensar que lo olvidó.

——No, Natalan le preguntó y nada que respondió. Aunque también tú, ya has de saber como es él.

——He de admitir que me lo imaginaba, no debí mandarlo de recadero.

Escuchó la risa de Duxo, no era estruendosa ni tan calmada, aunque era un poco contagiosa.

——Eso me acordó a una vez en la que, para sorpresa de nadie, se le olvidó algo importante.

Si quería sacarle plática le seguiría el rollo para evitar hacerlo incómodo como la última vez.

——¿Si?

——¡Sí! Cuando se acordó estaba muy preocupado, pobrecito.

Ese Duxo se comportaba distinto a como lo conoció, un poquito más simpático y todavía más hablador. Contaba una anécdota tras otra, emocionado.

Debe agradecerlo porque hizo el trayecto más corto, mejor dicho la sensación, unas cuantas calles tampoco es que fuera demasiado.

——Yo aquí me despido. Nos vemos.

Levantó un poco su mano derecha, lo suficiente para percatarse de lo que quería.

Tenía en mente lo que una vez le comentó a Aquino: Darle una oportunidad a Duxo. Así que, tras dudarlo un segundo, también levantó a la altura necesaria su mano y sin mucha fuerza la chocó con la ajena, provocando un no tan fuerte sonido.

——Sí, hasta luego —Fue lo último que pronunció antes de ser testigo sobre como Duxo se marchaba a su casa, ahora él lo haría a la suya.

Su caminata se tornó silenciosa y solitaria, como solía serlo, unos minutos donde solo se tenía a él mismo.

Le era casi imposible no estar pensando en lo que ocurrió hace un instante. Es posible hacer un cambio de esa magnitud en una semana? No lo cree.

Sentía confusión, de verdad que no logra entenderlo. Después de que Estailus le dirigiera la palabra fue que le habló mejor. Si Estailus es la solución para que le siga tratando así estará como chicle con él.

Ahora que lo piensa, muy posiblemente termine viendo a Duxo después de las clases, con el tiempo que lleva conociendo a Estailus no duda que de una u otra manera haga que los acompañe. Aunque eso ya lo verá mañana.

Una casualidad -DuxarinngDonde viven las historias. Descúbrelo ahora