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EL OLOR A SANGRE ESTABA PLASMADA EN LA HABITACIÓN JUNTO CON LA DE SUDOR UNA COMBINACIÓN muy desagradable, pero para los presentes el olor era lo de menos ya que observan como aquella joven de ojos tan dulces que todos aman era asesinada solo por un bebé.

Sus gritos eran dolorosos, como una daga que atraviesa su propio corazón para poder sacarlo, así de dolorosos se sentía ver aquella horrenda escena sin poder hacer nada más que soltar lágrimas mientras gritan al lado de su reina como si compartieran el mismo dolor porque así se sentía e incluso el mismo que le cortaba el vientre lloraba con pena.

Fueron quizás unos diez minutos llenos de agonía, pero para la castaña fueron como horas y horas de tortura donde lo único que deseaba en esos momentos era querer volver con su dragón para poder volar una vez más, comer pastel de limón, besar la mejilla de su hijo.

- Felicidades su alteza, es un niño - la voz del maestre se escuchaba tan lejana

- Mi reina - las voces de sus damas como sirvientas eran igual o más lejanas

No sentía nada, realmente no sentía ni su propio cuerpo, se sentía tan débil y lo único que deseaba era poder dormir aunque quería ver a su hijo ¿Donde estaba él? Su lindo niño.

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AEGON TARGARYEN EL PRIMER HIJO VARÓN DEL REY VISERYS TARGARYEN Y DE LA REINA Alicent Hightower, a pesar de ser alguien muy esperado debido a su género era alguien... Rebelde, era bueno en su entrenamiento con la espada, pero no tan buena en sus clases con los maestres además de que era muy bien sabido su afición por el vino sobretodo si venía de Dorn, ademas de sus visitas a la calle de seda o el lecho de pulgas, pero quizás la única cosa que podía cambiarlo tenía un nombre y apellido.

Visenya Velaryon, primera hija de la princesa Rhaenyra Targaryen y Lord Laenor Velaryon, una niña curiosa debido a su aspecto físico.

Tenía la nariz de su abuela, su sonrisa y en sí caso toda su armonía facial, los ojos violetas como sus padres, pero su cabello era castaño y con los años se volvía rizado así que era algo curioso para algunos, aunque en seguida se le dio crédito a su bisabuelo Lady Josselyn Baratheon y la sangre Arrryn que hay en su sangre por parte de su madre.

Aquella niña de ojos dulces era la perdición de su tío Aegon quien siempre se le veía al lado de la menor con una sonrisa gentil, parecía que la única persona que le importaba en todo el mundo era su dulce sobrina Visenya.

- Tío Aegon - sonríe en cuanto lo ve

Era común ver como la princesa buscaba a su tío mayor ya que después de su padre era el joven príncipe quien la consentía más, de hecho hay rumores de que aquellos vestidos rosas que suele usar la princesa son regalos del peliblanco.

- Visenya - sonríe el mayor - ¿Qué haces aquí? Se supone que deberías estar con tu madre y hermanos -

- Lo es, pero Jace y Luke son algo bruscos para jugar lo cual es horrible considerando que soy su única hermana niña y no tengo otras niñas para jugar a exepción de la tia Halaena - se queja con una mueca

La princesa Visenya era conocida por ser alguien un tanto parlanchina.

- Bien, ven conmigo creo que hoy hicieron pastel de limón -

Tomo su mano con suavidad guiando a la menor hasta la cocina donde los sirvientes no pudieron evitar sonreír enternecidos al ver como el príncipe Aegon trata con tanto cuidado a la princesa Visenya quien sonreír moviendo sus pies al frente y atrás al no poder alcanzar el piso mientras está sentada comiendo su postre preferido.

- Mis príncipes - dice Ser Harwin Strong al entrar a la cocina

- ¡Ser Harwin! - sonríe la menor - ¿Ya nació mi hermano? ¿O es una niña? Personalmente me gustaría que fuera una niña para poder jugar con ella -

- Es un niño mi princesa, el príncipe Joffrey por lo que entiendo y su madre la princesa Rhaenyra me mando a llevarla para que lo conozca - informa el mayor

- De acuerdo - acepta para luego ver a su tío - Nos vemos después tío -

Con eso camina hacia el gran hombre tomando su mano dejando que la guía hasta la habitación donde su madre y su padre estaban admirando al nuevo miembro de la familia así que en seguida sonrío cuando el Velaryon la cargo para que pueda ver mejor al recién nacido.

- Él es tu nuevo hermano Visenya - presenta Laenor

- Joffrey - sonríe contenta al verlo

- Tu pequeño hermano - sonríe Rhaenyra viendo a su única hija con cariño

- Prometo cuidarlo mucho, quizás en un futuro pueda enseñarle lo que se e incluso podemos jugar a las escondidas y si se deja a la hora del té - enumera con entusiasmo

Los adultos sonríen ante la declaración tan tierna de la menor así que el Velaryon besa la mejilla de su hija con cariño.

- ¿Donde la encontró Ser Harwin? - pregunta su madre

- Con el príncipe Aegon en la cocina - responde el caballero

- No era para menos siempre esta detrás de él como un pato - ríe Laenor

La princesa simplemente sonríe contenta ya que no era ninguna mentira para nadie en la habitación e incluso en el reino quienes esperaban la palabra del Rey quien anuncie el compromiso de ambos miembros de la familia real.

Y pues para nadie era un secreto que el príncipe Aegon a pesar de su reputación era muy apegado a su dulce sobrina quien amaba esa atención por parte de él así que claramente correspondía ese cariño siempre persiguiendo al mayor cosa que no le molestaba, a ambos les gustaba recibir la atención del otro, le gustaba su cariño o amabilidad.

Ambos parecían siempre querer estar al lado del otro, siempre pendientes ya que a pesar de ser niño jóvenes se podía ver claramente el cariño que sentía en uno por el otro, lastima que ese cariño era envidiado por alguien más que hará lo que sea para destruir lo que pensaba que era suyo por derecho legítimo.