𝖯𝖮𝖮𝖱 𝖳𝖧𝖨𝖭𝖦𝖲

iii.

TODO A SU AL REDEDOR ERA MUY EXTRAÑO YA QUE NO RECONOCÍA EL LUGAR sin embargo no se sentía asustada, de hecho sentía que debía de buscar algo o alguien así que camino con cautela mientras sujetaba su vestido morado con moños azules, volteaba a los lados esperando encontrar a alguien familiar como a su padre o hermanos.

Pero en su lugar vio cuerpos, eran millones de cuerpos que habían muerte de manera terribles y el agua, el agua que debía de ser cristalina estaba pintada de rojo así que horrorizada sintió sus ojos soltar lágrimas y comenzó a dar pasos hacia atrás alejándose de la escena tan horrible, pero se quedó quieta cuando se golpeó con alguien así que volteo asustada.

Esperaba una muerte inmediata, pero en su lugar se encontró a un joven de cabello platinado, uno de sus ojos era violeta mientras que el otro era verde, tenía una armadura con el símbolo de la casa Targaryen así que respiro en paz, su cabello era algo largo así que estaba trenzado y por un momento recordó a su padre quien solía tener el cabello igual, pero quizás lo que más resaltaba es que de sus ojos estaba soltando lágrimas y a pesar de su apariencia tan hostil se veía realmente vulnerable.

- ¿Estas bien? - pregunto la pequeña preocupada

- Él me habló de ti - murmura el joven con voz temblorosa mientras se agacha - Decía que te gustaba vestirte así con varios moños y perlas, así es como te recuerdo la mayor parte del tiempo sin embargo aquí estas -

No entendía lo que estaba pasando a decir verdad.

- ¿Quién eres? - pregunto de nuevo

Quizás debería de sentirse asustada, pero en cambio sentía como su corazón era estrujado al ver a aquel joven tan triste así que se acerco al ver más lágrimas en sus ojos para luego tomar su mano para luego sentir como el platinado deja su cabeza apoyada en su pecho soltando por fin varias lágrimas.

- Lo siento - murmura entre lágrimas - Yo realmente lo siento tanto, prometí que te iba a proteger, pero no pude hacer realmente nada -

No sabía de dónde había venido ese impulso, pero dejó su mano en la cabeza del chico acariciando su cabello con gentileza esperando consolarlo.

- ¡Rhaegar! - gritaron a lo lejos

En seguida sintió un enorme dolor en su estómago sintiendo como sus ojos se estaban debilitando provocando que estos se cierren y su cuerpo caer al agua.

- ¡Madre! - escucho la voz del platinado, pero se escuchaba muy lejos

En cuanto abrió los ojos de nuevo se asusto mucho y al voltear a los lados noto que seguía en su nueva habitación en Roca Dragón, vio el mar que estaba tan tranquilo y la luz de sol iluminaba todo así que respiro en paz pensando que todo había sido solo una pesadilla muy extraña así que al tratar de moverse sintió algo extraño ¿Acaso había mojado la cama? Eso no le sucedía desde que tenía dos años así que movió las sábanas para luego soltar un enorme grito que alertó a varios que estaba afuera de la habitación.

- ¿Qué sucede mi princesa? - pregunta Elina entrando a la habitación

La mujer se acerco a pasos lentos cuando vio a la niña ver directamente las sábanas de su cama así que al quedar al lado de la pequeña castaña pudo observar como el colchón, sábanas y camisón de la menor estaban manchadas por una mancha de sangre que salía de las piernas de la menos.

- ¿Acaso voy a morir, Elinada? - pregunta alarmada Visenya

- No mi princesa, solo quédese aquí vendré en unos minutos - responde la mujer

En los ojos lilas de Visenya de acumularon varias lágrimas mientras espera la mujer quien en menos de cinco minutos llego con sábanas nuevas al igual que con otras damas para preparar un baño caliente, todo fue en seguida removido y comenzaron a limpiar mientras que ella fue llevada hacia la bañera donde más damas comenzaron a limpiarla al igual que explicarle que no iba a morir en cambio estaba entrando a una nueva etapa de su vida donde se estaba preparando para ser mujer, le parecía demasiado doloroso que por un tiempo cada luna tenga que sangrar por una gran parte de su vida.

Le enseñaron a prepararse para ese tipo de días para luego comenzar a arreglar su cabello, le colocaron un vestido rosa con detalles blancos como moños rojos, joyas hechas de perlas y peinaron su cabello con trenzas adornando su cabello con algunos broches pequeños hechos de oro.

- Mi dulce niña - volteo viendo a su madre quien se agacha para poder verla, por un momento recordó al platinado de su sueño ya que se parece a su madre

- Elinda me habló sobre todo - informa para luego hacer una mueca - ¿Por qué sucede esto? Además es injusto porque sólo a las niñas les pasa y es una vez cada luna ¿no moriré por perder tanta sangre? -

Su madre suelta una pequeña risa para luego besar su frente con cariño y acariciar su mejilla con delicadeza.

- Lo sé mi niña, es injusto, pero es la vida de una mujer y nuestra vida es algo muy complicado - explica

- ¿Por qué? - cuestiona

- No estoy muy segura mi niña - responde

- Me alegra no hacerlo sola -

Rhaenyra sonrío para luego abrazar a su hija menor, su Visenya es lo que siempre quiso, una niña dulce que sólo sacó lo mejor que ella tiene como sus ojos lilas.

- ¡Visenya! - voltean viendo a Lucerys correr dejando ver una mariquita entre sus manos - Es igual de bonita que tú, hermana -

Rhaenyra observa como sus hijos observan atentamente al insecto con toda la atención del mundo, sus hijos estaban creciendo y eso le daba un poco de miedo ya que recibió la carta de su padre donde tenía como idea casar a Aemond con su querida hija Visenya sin embargo tenía una idea mucho mejor, recordaba claramente el cariño que su hermano Aegon le tiene a su adorada hija, como la trataba como una pequeña flor e incluso se hizo de la vista ciega cuando lo vio besar a su pequeña hija, un matrimonio entre él y su niña será lo mejor.