Entre la oscuridad

Capitulo 2: Colmillos y Sombras

California 8:00 am

Allí me encontraba, aún pensando en aquel objeto que tenía aquel chico misterioso, y por qué sigo soñando con él. Siempre quise ser normal, se supone que debería serlo, pero una parte de mí no lo es. Es raro, lo sé, pero no es normal soñar repetidamente con alguien que tiene ojos naranjas. Siempre tuve el presentimiento de que algo no estaba bien conmigo. Saliendo de mis pensamientos, abrí el navegador de mi computadora para investigar sobre ese objeto.

Mientras investigaba el collar misterioso, descubrí que estaba vinculado a una antigua leyenda que narraba la lucha entre vampiros, lobos, criaturas demoniacas y brujos por el control de un poderoso artefacto capaz de alterar la realidad misma. Según la leyenda, este collar fue forjado por un hechicero oscuro en un intento por unificar a las diferentes facciones bajo su dominio. 

A medida que profundizaba en mi investigación, me encontré con antiguos textos y relatos que describían como el collar ortogaba poderes sobrenaturales a quien lo poseía, pero también corrompía y consumía a aquellos que no eran dignos de su poder. Descubrí que Maximus Shadowbeart, un vampiro ancestral y poderoso, había estado buscando el collar durante siglos para usar su poder en su beneficio y dominar a todas las criaturas de la noche.

Con esta información, me di cuenta de que el collar era mucho mas peligroso de lo que había imaginado. Luego de eso, encontré una inscripción en un idioma antiguo grabada en el collar, que decía: "Sub umbral, obscuritas", que este esta escrito en latín.

Me siento frente al escritorio, con la mente enredada en un torbellino de pensamientos. Nunca en mi vida habría imaginado que existieran tantas especies sobrenaturales: vampiros, lobos, criaturas demoníacas, brujos... ¿Cómo es posible? Una parte de mí comienza a cuestionar mi propia cordura, preguntándose si todo esto no es más que el fruto de una imaginación desbordante. Pero los recuerdos de mis sueños y la evidencia que he encontrado me obligan a enfrentar la cruda realidad: algo oscuro y desconocido se agita en las sombras, y yo estoy justo en el centro de todo.

Me voy a dar una ducha, necesito relajarme un poco. La idea de estar bajo el chorro de agua caliente suena como el mejor plan en este momento. 

Me sumerjo bajo el chorro de agua caliente, dejando que el vapor envuelva mi cuerpo cansado. El agua cae sobre mi como una lluvia purificadora, lavando el cansancio y las preocupaciones. Cierro los ojos y dejos que mis pensamientos se desvanezcan, concentrándome solo en el sonido de la ducha y en la sensación del agua contra mi piel. 

Después de salir de la ducha, me envolví en la toalla y mi teléfono comenzó a vibrar. Era Ethan, así que rápidamente contesté.

—Hola, Centellita, ¿cómo estás? —preguntó con un tono cariñoso y bromista. El apodo "Centella" surgió de nuestros días de juego en el parque, cuando solía correr más rápido que él y siempre lograba evadir sus intentos de atraparme.

—Estoy bien, acabo de salir de la ducha. Por cierto, tengo algo que contarte —dije con un nudo en el estómago.

—Perfecto, estaré allí en 10 minutos, así que muévete rápido —respondió con su típico sentido del humor.

—¿Qué? ¿Estás bromeando? —pregunté incrédula.

—No, no estoy bromeando. Tenemos que ir a la universidad, ¿recuerdas? —dijo con una risa.

—Claro, hablamos en 10 minutos entonces. ¡Chao! —me despedí, sintiendo un alivio momentáneo.

Me cambio rápidamente, escogiendo lo primero que encuentro en el armario, y me hago una coleta en un abrir y cerrar de ojos. No había desayunado nada, ya que no había salido de mi habitación.