Capitulo 8: Secretos Ocultos

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Me duele pensar en estar lejos de Ethan, fue mi mejor amigo de toda la vida y siempre lo será, moriría si le pasara algo, tengo que buscar la manera de contactarme con el, tan poco tengo idea de que haré con la universidad, y por otro lado, ¿Donde estará James? ¿Qué problema tan urgente tenia que resolver? 

Me levante de la cama y me dirigí al pasillo, para buscar a Alexander, recordé que Alexander me había dicho que estaría entrenando, así que camine sin saber a dónde iba pero en algún momento iba a llegar. 

El sonido de golpes y choques metálicos me guío hasta una gran sala iluminada por luces brillantes. Encontré a Alexander entrenando con otros miembros de la hermandad. Se movían con mucha coordinación y precisión y no hablemos de sus músculos. 

Espere hasta que Alexander terminara su sesión y se acerco a mi junto a otro chico de ojos verdes y rubio y de estatura alta.

—Grace, quiero presentarte a Leo —dijo Alexander—. Es uno de nuestros miembro valioso.

Leo me miro con una sonrisa picara y sus ojos verdes brillaron con una mezcla de curiosidad y diversión. 

—Vaya a quién tenemos aquí, a la famosa Grace jeje —dijo Leo con una voz juguetona y resonante, extendiendo una mano en señal de saludo—. He oido que eres la sensación del momento. Pero no te preocupes todos aquí estamos un poco locos. Un honor conocerte Grace.

Tome su mano devolviéndole el saludo, con mi mejor sonrisa y un poco abrumada por su presencia la verdad.

—El honor es mío, Leo. Me han dicho tantas cosas sobre la hermandad que estoy llena de preguntas —dije, tratando de mantener la compostura. 

—Y todas ellas serán respondidas a su debido tiempo —dijo Leo con una sonrisa picara—. Pero primero, ¿qué tal un poco de entrenamiento para liberar la tensión? 

—De hecho vine a preguntarle a Alexander sobre algo —respondi con una sonrisa mirando a Alexander en busca de respuestas de parte de él. 

—Si, claro, sígueme Grace —dijo Alexander.

—Hablamos más tarde Grace —dijo Leo.

—Si, Leo —respondo con una sonrisa.

Agradable el chico pero algo intenso, uff, o al menos en estos momentos solo necesito saber de James y no porque me preocupe, sino porque es al que necesito para que me dé respuesta y me hable sobre todo esto, no estos... chicos.

Caminamos por los pasillos de la hermandad y nos encontramos con una puerta el cual el abrió y era un lugar mas privado, al abrirlo parecía ser una habitación vacía, sin ningún objeto solo un piano. No tengo idea de porque tenia que ser tan privado el tema a tratar, si nisiquiera sabe lo que le diré, o sí?

—James tuvo que atender un asunto relacionado con la seguridad de la hermandad. Recibimos información sobre una posible amenazada y él fue a investigar —Explico Alexander, con un tono serio. 

Quede impresionada con la rapidez que me hablo y la seguridad de saber sobre el tema que le trataría. 

—¿Qué tipo de amenaza? —insistí, sintiendo que el miedo volvía apoderarse de mí. 

—No estamos seguros todavía, pero parece estar relacionado con el mismo grupo que te secuestro —dijo Alexander, frunciendo el ceño. 

Me quede en silencio, procesando la información. Siento mucha culpa por lo que esta sucediendo. 

—¿Hay algo que pueda hacer para ayudar? —pregunté finalmente, decidida a no quedarme de brazos cruzados.

Alexander me miró con una mezcla de sorpresa y admiración.

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⏰ Última actualización: Jun 20 ⏰

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