𝒄𝒂𝒓𝒂 𝒂 𝒄𝒂𝒓𝒂

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Jennie estaba acabando de terminar de hacer la cama para bajar a desayunar con su madre. Ella parecía feliz.

Sin embargo, hasta que baja y encuentra a su madre vestida con uno de sus trajes que usa todos los días para ir al trabajo o a una cena importante.

- ¿Por qué estás vestida así? - pregunta Jennie, especulando ya con la respuesta de su madre.

- Tengo una reunión importante en unos minutos y algunas citas de empresa. - dice su madre sin siquiera quitar los ojos de la pantalla del celular.

- Pero es sábado... - murmura Jennie molesta.

- Si, lo sé. - Responde tu madre.

- Pensé que íbamos a pasar este fin de semana juntas.

- Cariño, sabes lo impredecible que es mi agenda y lo ocupada que me siento. Tengo una reunión de negocios y no puedo posponerla así sin más.

Estaba hablando con Jennie, pero Jennie no la escuchaba porque estaba pensando en cómo detenerla durante al menos otros 5 minutos.

Jennie sólo ve a su madre los fines de semana y la mayoría de ellos viaja por alguna cita importante, у termina dejándola sola en casa. Realmente no quería que su madre se fuera tan pronto.

- Lo habías prometido. - se quejó Jennie.

- Jennie, si tienes una casa como ésta para vivir y una buena educación para tu futuro, por eso mi trabajo está dando sus frutos.

- Mamá, apenas nos vemos...

- Cariño, deja el drama, todavía tenemos el domingo. Mañana almorzamos en casa de una buena amiga, que tiene una hija, podemos pasar un día maravilloso los cuatro.

- No es el gran problema. - susurró Jennie molesta.

- Estoy saliendo. - Dijo su madre acercándose a ella para besarla en la frente. - Intentaré llegar allí para cenar.

Jennie solo suspira viendo a su madre salir por la puerta sin siquiera mirarla por última vez.

Después de que su padre los abandonó hace 6 años, ha sido así. Su madre sólo está ocupada con el trabajo y apenas le presta atención. Es una de las razones por las que su madre le paga el internado para que no tenga que preocuparse por ella en casa.

Jennie entiende esto de ella, como una forma de distraerse del matrimonio arruinado, ya que claramente aún no lo ha superado. Todo fue muy doloroso para su madre en ese momento, tan doloroso que Jennie tomó sus penas y le hizo no querer ver a su padre ni siquiera pintado de oro.

Ella solo quiere poder volver a pasar tiempo con su madre, después de todo, quiera o no, se siente necesitada y la extraña.

Sin nada más que hacer con su madre en este momento, Jennie se dirige a la mesa que todavía estaba expuesta con el desayuno, con uno de los asientos evidente de que alguien había estado sentado allí hace minutos. Suspiró de nuevo y se sentó en la silla de enfrente, empezando a ayudarse a sí misma.

El ambiente era silencioso y tranquilo, muy diferente a como era en la casa de Seulgi.

- ¡¡¡VOY A MATARTE!!!

- ¡Seulgi cálmate, hablemos! - Rosé intentó quitársela de encima.

- ¿¿Hablar?? i¿Ahora quieres hablar?! - gritó Seulgi intentando estrangularla.

- Jimin pensó que era mejor no involucrarte en esto, ¡por eso no te dijimos nada!

- ¡Te voy a matar y luego mataré a tu hermano! ¿Sabes lo humillacion que me hiciste pasar? ¡¿Cuándo me ibas a contar este absurdo plan?!

Tu Eres El Hombre - [Chaennie] -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora