𝑰𝒎𝒑𝒓𝒆𝒔𝒐 𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝒄𝒂𝒓𝒂

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Era lunes, y a diferencia de todos los que odian levantarse temprano un lunes, Rosé estaba súper feliz, no había nada que pudiera quitarle la enorme sonrisa en su rostro, ni siquiera Chanyeol quien hacía bromas apenas la veía en la escuela.

Todo gracias a Jennie Kim, la chica más hermosa y con los labios más deliciosos que Rosé jamás haya conocido. Su beso se repitió y se repitió tantas veces en su mente, haciendo que su corazón palpitara con deseo de más. Esa noche Rosé sintió que recibió el beso más grande de su vida, era casi imposible organizar sus ideas con tantas cosas que sentía en ese momento, apenas sabe cómo pasó, solo sabe que todo fue lindo. Ya había besado a Jennie una vez, pero este último beso había sido totalmente diferente al primero, había sido mejor.

Ahora, Rosé estaba en casa, justo en la oficina de su madre, sentada en el sillón mientras encendía su celular. Casi se muerde los dedos con ansiedad, preguntándose si Jennie no le ha enviado un mensaje, afortunadamente durante las semanas que la señora Park pasa la mayoría de los días fuera del trabajo.

Tan pronto como su dispositivo vuelve a estar activo, la pantalla se oscurece y aparece una llamada de su hermano.

- ¿Por qué no contestas el maldito teléfono?

- Mamá tomó mi celular, recién ahora lo tengo porque lo saqué de su cajón, y ella no está en casa. - Ella dijo.

- Vale, vale, lo que tengo que decir es rápido. Voy a necesitar que vayas sólo un día más en mi lugar - Jimin no pudo terminar la frase porque Rosé ya había entendido lo que quería.

- ¿QUÉ? ¡De ninguna manera! Mamá está enojada conmigo después del lío que me metí con tu novia en el almuerzo de debutantes, apenas puedo salir a la acera de la casa, imagínate pasar un día más afuera.

- Rosé, por favor, es sólo por la mañana, vuelvo el martes por la tarde, lo prometo.

- ¿Crees que es fácil librarse así de mamá?

- Rosé por favor, llamaron a papá preguntándole por qué estuve ausente hoy. Sabes que mi expediente escolar es muy diferente al tuyo, nadie sospechará de ti si faltas un día más.

- No sé. Mamá dijo que estaría encima de mí hasta el baile de las ligas menores. Ella me dejó y me recogió en la escuela hoy.

- te puedes escapa durante la noche al internado.

- ¿Qué? ¿Estás loco?

- Mamá siempre tiene reuniones nocturnas con los clientes los lunes, cierra la puerta de tu habitación y ni siquiera se dará cuenta. Mañana por la tarde todo volverá a la normalidad, lo prometo.

- Jimin, todavía siento que lo vamos a pasar muy mal con toda esta historia.

- Créeme, es sólo por la mañana, y así nunca más tendrás que hacerte pasar por mí... - Aseguró, y pudo escuchar el. - Por favor.

Suspiró profundamente en la línea antes de contestar. - Está bien. Solo una vez mas.

- Muchas gracias Rosé, ¡hasta mañana!

Y al final de la tarde, Rosé salió apresuradamente de casa, temiendo que su madre llegara temprano, aunque la posibilidad era mínima. Una vez más se haría pasar por su hermano. Pero antes de ir al internado, pasa por la casa de Seulgi.

Después de explicar toda la situación y el malentendido del sábado, se entendieron, Seulgi fue aún más comprensiva, a diferencia de la última vez que recibió golpes y bofetadas.

- Realmente necesito irme ahora.

- Ni siquiera podré ofrecerte llevarte. dijo Seulgi. - Mi mamá tomó las llaves de mi auto después de enterarse de la pelea en el almuerzo del sábado.

Tu Eres El Hombre - [Chaennie] -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora