Tu Eres El Hombre - [Chaennie] -

𝑪𝒂𝒔𝒕𝒊𝒈𝒐́ 𝒃𝒊𝒆𝒏 𝒓𝒆𝒄𝒐𝒎𝒑𝒆𝒏𝒔𝒂𝒅𝒐

Tan pronto como entró al comité, corrió para intentar encontrar el comedor. "¿Por qué no presté más atención cuando mamá me explicaba adónde ir?" Casi perdió la esperanza de encontrarlos (no es que eso fuera algo malo) cuando escuchó "...presidente de la Liga Junior y coordinador de la temporada de novatos de este año", seguido de aplausos.

- ¡Bingo! - Y se dirigió hacia las puertas.

"Gracias. Hoy repasaremos las pautas para una entrada elegante en la sociedad..." terminó de decir la voz apenas Rosé abrió las puertas corredizas.

- Hijo de... - Murmuró cuando las puertas se cerraron de golpe a los lados. Eran mucho más ligeros de lo que esperaba. Cuando levantó la vista, todos la estaban mirando. Rosé sonrió y dio un saludo común antes de dirigirse a su asiento. Donde elegantemente colocó (dejó caer) sus cosas al lado de su silla y con gracia se sentó (hundió) en su silla.

- Gracias por acompañarnos, Roseanne. - Dijo Solar con voz alegre e irritada. Rosé hace un gesto con la mano en reconocimiento. " Mátame ", murmura.

Durante el almuerzo, Rosé observó a Jennie reír deliciosamente mientras se metía comida en la boca. Su cita con Hanbin terminó volviendo loca a Rosé. Ese pensamiento la hace fruncir el ceño.

Sigue mirando a Jennie y mastica ruidosamente.

Rosé no se dio cuenta de cómo sus modales bárbaros estaban haciendo que los demás miembros de su mesa estuvieran demasiado sumidos en sus pensamientos.

- Roseanne, cariño - dijo Solar, inclinándose para hablar con ella. Ella refunfuña en respuesta. - Recuerda masticar como si tuvieras un secreto.

Rosé simplemente la ignora y continúa tragando su comida. Mirando a Jennie todavía enojada por el hecho de que está saliendo con otra persona. Se da cuenta de que Jennie se levanta de su escritorio y ve esto como una oportunidad para preguntarle sobre los eventos del día anterior.

- Señoras. - les dice con la boca llena y sale para seguir a Jennie.

Cuando llega al baño, Jennie está arreglando su ropa. Se toma un momento para observarla. "Es impresionante. Y se ve bien en azul. Se ve bien con cualquier cosa. Incluso la ropa de gimnasia como la de ayer le quedaba bien". Y con ese pensamiento, recuerda su propósito y se dirige al fregadero que está a su lado.

- Hola - saluda a Jennie. Luego intenta parecer ocupada tratando de arreglarse el maquillaje.

- ¡Ey! - Responde Jennie alegremente.

Ella se aclara la garganta. - ¿Cómo estás?

- Bien creo. - Jennie se rió. - En cuanto a ti, no necesito preguntarte, cada vez que te veo pareces mejor que antes.

Jennie muestra su sonrisa pegajosa y Rosé intenta no debilitarse por eso.

"Recuerda que ella te ignoró por completo anoche".

- Jaja, muy gracioso Jennie... Entonces, sé que no es de mi incumbencia, pero saliste con ese tipo Hanbin, ¿verdad? - Ella pregunta. Rosé necesita saber si hubo algo entre Jennie y Hanbin. Quizás pueda obtener alguna información sobre lo que pasó anoche.

- Si, una vez. - Jennie se encogió de hombros.

- ¿Lo besaste? - Pregunta sin rodeos, la curiosidad se apodera de ella.

- ¿No porque? - Jennie sonríe internamente.

"¡Baile feliz en el interior!" - Oh no. No es nada, pero intenta prolongarlo el mayor tiempo posible. Me dijeron que tiene una afección de las glándulas salivales. No parece gustarle hablar de eso, pero algunas chicas que han estado con él dijeron que sintieron que se estaban ahogando. - Le dice exagerando.