9-Día del contacto

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Todo el alumnado estaba ya en el patio a la espera del sobre. Los profesores fueron repartiendo a cada estudiante el suyo correspondiente. Tn al abrirlo vio que le había tocado en una pastelería. Debía atender a los clientes que entrasen.

—Bueno, podría haber sido peor—pensó el chico.

—¡Tn!—dijo Enid por detrás asustando al joven.

—¡Dios Enid, harás que me de un infarto!

—Perdón, ¡es qué estoy emocionada!—comentó—me ha tocado atender a los clientes en una tienda de chucherías, que difícil resistirse a comerse alguna.

Divina y Miércoles aparecieron.

—¿Qué te ha tocado?—preguntó Tn a su chica.

—Estar en la pescadería—respondió.

El chico trató de contener la risa pero finalmente estalló a carcajadas.

—Lo siento...puajajajaja, es que...—a pesar de la mirada de su novia, Tn no podía dejar de reír—perdón, lo siento...yo...—se tenía que tapar la boca.

—Eres un idiota, tienes suerte que tenga paciencia contigo. Pero no digas más...—miró a otro lado.

—Ya lo dice el dicho...por la boca muere el pez—se echó a reír hasta que su novia le dio una colleja que por poco lo tira al suelo.

—Tonto.

Miércoles había disfrutado con el humor del joven. Para compensar ese momento, Tn le prometió invitarla a café y pastel durante una semana.

La pelinegra trabajaría en la tienda de antigüedades. Y Kent de guía.

Se montaron todos en los autobuses para ir a Jerichó. En el camino, Enid le contaba a Miércoles la cantidad de chismes que había escuchado. Tn se percató de que la pelinegra sostenía un cuchillo oculto y lo iba apretando, parecía que iba a matar a la loba cuando de la otra, sacó una manzana y la cortó poco a poco.

—¿En qué piensas?—le preguntó la sirena.

—Realmente en nada, es la primera vez que trabajaré para los normies—respondió relajado.

—Espero que no te den muchos problemas—comentó ella—no sería la primera vez que ocurren incidentes.

—Tranquila, los pasaré por agua—creó una burbuja.

En ese momento el autobús pasó por un bache y la burbuja dio de lleno en la cabeza de Miércoles ante la horrorizada cara de Enid, Divina...pero sobretodo Tn.

—Perdón—dijo enseguida—fue un accidente

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—Perdón—dijo enseguida—fue un accidente.

Por fortuna, la cosa no fue a más y llegó sano y salvo al pueblo.

Nada más llegar, cada uno se fue la sitio indicado. Tn vio que la mujer al cargo era una persona amable y maja, de hecho enseguida le explicó sus tareas. Y el chico se puso a atender a las personas, especialmente eran adultos y gente mayor. La mujer a cargo observaba todo con una sonrisa. Tn sintió alivio al ver que la mujer no tenía asco ni desprecio por los excluidos.

El tiempo transcurrió deprisa y pronto llegó el momento del descanso.

—Toma—dijo la mujer entregando un pastel—has hecho un gran trabajo.

—Muchas gracias, ¿puedo guardarme estos trozos?, es para mi novia

—Claro, seguro que le encantan.

Después de comer, fue a la pescadería. Allí encontró a Divina terminando de cerrar pues ese día habían vendido todos los productos.

—Hola—saludó él.

—Hola, ¿ya has terminado?

—Estoy en el descanso, vengo a darte esto—le dio el pastel—espero que te guste.

—Gracias—le dio un beso en los labios—iré a descansar, ¿nos acompañas?.

—Lo siento, debo volver a atender al personal. Disfrutad del pastel—dijo en referencia a ella y los encargados.

A su regresó fue peor ya que tuvo que atender a unos idiotas que finalmente compraron un par de cosas para la cantidad de rato que estuvieron dentro de la tienda. 

Cuando se marchó para regresar a Jerichó, estaba tan cansado que daba cabezadas en el autobús y finalmente, se quedó dormido encima de Divina quien le dio un beso en la frente. Miércoles regresó con unos libros viejos, Enid con una gran bolsa de golosinas y Divina algo de pescado para hacer. Kent por su parte solamente algo de comer.

—Tn, ya hemos llegado—dijo ella—despierta.

Dio un largo bostezo y bajó del autobús. Divina le acompañó hasta el dormitorio donde se dejó caer sobre la cama tan cansado, que decía que iba a dormir horas y horas. Y sí, enseguida se quedó dormido.

—Ha trabajado muy duro—comentó ella acariciando su espalda.

—Si, de eso estoy seguro—dijo Kent—yo también dormiré hasta la hora de cenar.

Divina se tumbó al lado de Tn un rato cuando todo el cansancio le vino de golpe. Fue dando pequeños bostezos mientras veía al chico dormir. Poco a poco y de manera inconsciente, ella se quedó dormida a su lado.

Al despertar, vio que el chico aún seguía dormido al igual que su hermano. Así que agarró el pescado que le habían dado y se marchó a dejarlo a buen recaudo y darse una gran ducha.

A la hora de la cena, Tn estaba ya más despierto tras darse también una ducha.

—Menos mal que mañana no hay clase—dijo Tn.

En ese momento escucharon un fuerte viento y lluvia caer sobre el lugar. Respiraron aliviados de que estuvieran a salvo dentro de la academia. 

Todos charlaron de sus experiencias trabajando en Jerichó. Fue un día bastante ajetreado, Kent decía que se aburrió de explicar todo. Pero sin duda, fue el mejor trabajo para no cansarse, aunque él si se cansaba.

—Bueno, voy a jugar un rato en la habitación de Xavier. Tiene un nuevo juego para su consola—comentó éste.

—Vale Kent—dijo Tn—nos vemos luego.

Divina acompañó al chico hasta su dormitorio, entraron y se sentaron a hablar cuando ella le dio un ligero empujón que lo hizo tumbarse.

—¿Por qué me empujas?—al intentar levantarse, ella se colocó encima y después apagó la luz de la mesita.

Apenas se veía, la luz de la luna era tapada por las nubes grises y la fuerte lluvia.

—Divina...

—Shhh, no hace falta decir nada...

La sirena empezó a besarlo lentamente, saboreando cada rincón de su boca...Tn estaba rojo pero era una sensación única. Ella se subió encima y las caricias acompañadas de los besos en el cuello no se hicieron esperar. Los suspiros empezaron a salir de su boca, Divina sentía una sensación maravillosa.

—Tenemos tiempo—susurró ella—no seas tan goloso.

—Divina...yo...—el chico lamía el cuello de ella y la mente de la sirena empezaba lentamente a ponerse en blanco.

La luz se encendió tras abrirse la puerta.

—Me dejaba las...las...—Kent se quedó viendo—lo siento—recogió lo que había venido a buscar, apagó la luz y se fue.

—Deberíamos parar—comentó Tn recobrando la respiración tras ser pillado.

—De eso nada—replicó ella volviendo a besarlo.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo  :)

Divina x TnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora