5-Un rato en el lago

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El chico aún pensaba en todo lo sucedido. El rumor de que salía con Divina no tardaría en esparcirse pues de una forma u otra se terminó sabiendo. La sirena no le daba demasiada importancia al tema, era mentira pero...cuando pensaba en la clase de citas que podría tener con él no le molestaba en absoluto. Un rubor aparecía en su rostro. La cosa encima se complicaba más cuando durante las clases, se sentaban alguna vez juntos.

—Oh, que parejita—comentaba por lo bajo Enid desde atrás haciendo que se ruborizasen, especialmente Tn.

—Enid, vale ya—replicaba Divina divertida.

En clase, ambos charlaban alegremente mientras Kent sonreía, esperaba que su hermana saliera con el chico porque lo conocía, era una buena persona y sabía que si alguien trataría bien a su hermana era él.

—Oye, voy a ir al lago luego, quiero entrenar un poco—comentó—¿quieres venir conmigo a nadar?.

—Ah, claro, aunque no sé nadar demasiado bien—estaba algo avergonzado.

—Tranquilo, conmigo no te ahogarás—dijo ella divertida.

Así que después de las clases, a la hora indicada, acudieron al lago ya con ropa para bañarse. Divina y Tn calentaron haciendo algunos estiramientos, no querían que les diera una rampa o algo provocando problemas.

—Bueno, al agua—ella saltó y convirtió sus piernas en las de un pez. Se movía y nunca mejor dicho, como pez en el agua.

Tn no temía al agua pues dominaba el elemento. Enseguida se puso a hacer trucos y formas que impresionaron a la joven.

—Deja eso y ven conmigo—el chico se zambulló y empezó a acercarse a ella.

Ahora estaba tan diferente...ella mostraba su forma de sirena, los ojos eran diferentes y también sus manos.

—No me gusta demasiado transformarme...de pequeña me llamaban monstruo y...se horrorizaban de verme—aquello pareció dejarla una secuela.

Tn se acercó y le retiró un mechón. Se vieron cara a cara.

—Creo que esa gente no eran más que unos idiotas—dijo firme—¿tienes alguna cosa más aparte de transformarte?.

—Tengo más fuerza...dientes—le mostró la dentadura—y bueno, también nado muy rápido. 

Divina le contaba un poco sobre su raza y lo mucho que las habían discriminado en el pasado debido a que muchas de ellas usaban su poder para el mal. En cambio, la gran mayoría usaba su voz para hipnotizar a los marineros que iban camino a colisionarse con algunas rocas o algo obligándolos a dar media vuelta o les salvaban la vida llevando sus cuerpos a tierra firme.

—Que sigáis salvando vidas a la gente a pesar de todo lo malo que dicen sobre ti y los tuyos habla mucho de lo buenas personas que sois—decía el chico manteniéndose a flote.

La sirena sintió ternura, realmente Tn era diferente al resto.

Tras hacer lo que quería, que era practicar sus poderes para no perder la forma, Divina regresó a su forma humana y charlaban mientras nadaban tranquilamente. 

—Voy a descansar un poco—dijo sentándose en la orilla.

Divina se colocó a su lado.

—Gracias por acompañarme—comentó ella sonriente—y por no asustarte de mi poder.

—Eh, no es nada—esa sonrisa, esa maldita sonrisa enamoró por completo a Divina.

Ella comenzó a recordar todo lo sucedido con su madre y eso.

—Tn, ¿cómo puedo agradecerte por haberte metido en todo este lío?—preguntó—ya sabes, lo de mi madre

—No es nada, aunque me sorprendió bastante—se echó a reír—me alegra haberte quitado a ese idiota. Creo que te mereces a alguien que cuide de ti, que te quiera, que comparta cada día contigo y...—el chico se quedó con los ojos abiertos y sin poder hablar.

Divina se había acercado a darle un beso. Y así lo hizo, lo besó. 

Tn cayó sobre el césped y la sirena se colocó encima, tomando su rostro con la mano y manteniendo el beso. El joven rodeó con los brazos a la chica, con el pasar de los minutos la cosa se iba volviendo más apasionante. 

Se separaron por falta de aire, Tn miraba a Divina, las gotas del pelo de ella caían sobre él mientras la joven lo miraba con esos ojos tan bonitos. El chico respiraba jadeante, era su primera vez con una chica y las hormonas de su cuerpo se revolucionaron.

—Yo...Tn...—decía ella antes de ser atraída por él y volver a besarse.

En esta ocasión el beso fue mucho más profundo, una auténtica guerra de lenguas. Las manos del chico tampoco se quedaron quietas pues acariciaron los muslos de la joven. De un lado a otro iban rodando hasta que se hizo ya tarde y tocaba regresar.

Ya secos y vestidos de nuevo, Tn estaba algo rojo por lo sucedido. Ahora estaba más calmado pero su piel y labios aún sentían a la joven. Para Divina era exactamente igual. Ambos se miraban de reojo.

Caminaron en silencio, volviendo a la academia, lo hacian muy lento. Los dedos de la chica se entrelazaron con los suyos. Al mirarse, ambos no dijeron nada y sonrieron el uno al otro. A los dos les invadió esa sensación de calidez, de tranquilidad y amor que sentían las parejas.

—Bueno, gracias por venir conmigo

—No ha sido nada...Divina...yo...—el chico se rascaba la nuca nervioso—esto...yo...quería preguntarte si tú querrías...ya sabes...eh...dios que idiota soy.

La chica se echó a reír y cuando él fue a decir algo recibió un beso en los labios.

—Si, quiero ser tu novia—dijo feliz.

—Yo te iba a preguntar de ir a tomar algo pero esto es mucho mejor—explicó él.

—Desde luego, que idiota eres—lo besó de nuevo cuando escucharon un click.

Enid y Yoko asomadas desde una de las puertas junto a Bianca habían captado el momento.

—¡Chicas!—replicó ella.

—¡Cazada!—dijo Enid antes de cerrar la puerta.

—Cielos...estas chismosas...

—Te recuerdo que formas con ellas el trío chismoso—recordó el joven.

—Idiota—le dio un pequeño golpe.

Se despidieron y Tn regresó a su cuarto.

Divina se tumbó sobre la cama tras dejar las cosas cerca. Se cubrió el rostro, estaba muy avergonzada por todo lo sucedido pero estaba muy contenta. Había podido dar ese paso y besar a Tn. Se tocaba los labios y aún sentía su calidez, besaba realmente bien para ser la primera chica. La emoción le recorría todo el cuerpo. Deseaba ir a muchas citas con él.

Tras darse una ducha, se puso a pensar en planes mientras chateaba con él y decidía que debía ponerse para la primera cita.

La felicidad llenaba la vida de ambos.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo  :D

Divina x TnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora