strangers in love. TN X Seika

problemas

*TN ha sido muy tierno estos 2 meses. Quién diría que pasarían tan rápido. Hace unos días no creía que me iba a casar, y mucho menos que tendría relaciones con ese hombre, pero jeje, ahora lo veo. Su cara de matón se me hace tan atractiva, pero es tan obediente cuando lo mando a limpiar o comprar cosas para el Starry. Creo que descubrí un fetiche que no sabía que tenía. Nijika se ha acostumbrado a TN y está saliendo más de lo normal de casa hace tiempo. Nunca salía de aquí más que para ir a la escuela o con las chicas de la banda. Sea niña, no lo sé, pero me alegra verla más animada.*

Seika: Cariño, ¿podrías traerme un jugo de la nevera, por favor?

TN: Enseguida, Seika.

Seika: Te he dicho que me llames cariño o amor...

*Jeje, pocas veces oír a TN decirme así altera un nervio en mi sistema y quiero lanzarme encima de él enseguida. Le he dicho que me llame de esas maneras para acostumbrarme, pero parece olvidar hacerlo, como cuando le hablo a Hitori. Creo que la cosa va más por ese lado. TN me consiente mucho, me lleva a citas o compra ropa o algún peluche. Hace unos días me compró un peluche gigante de oso panda, ¡es tan lindo! Debe ser fácil tener tanto dinero. En cambio, yo voy con lo que genera el Starry y a veces quedo algo corta de dinero. Si no fuera por...*

TN: A-aquí tienes, c-cariño.

Seika: G-gracias...

*Si no fuera porque las chicas están en el estudio, ¡me lanzaría encima de ti ahora mismo! Bueno, volviendo al tema, siempre me quedo muy justa de dinero. Cuando nuestros padres murieron, tuve que buscar una forma de sobrevivir. Dejé mi banda y abrí el local. Tenía un trabajo a medio tiempo, pero aún así, me resultaba difícil. Tuve que recurrir a los préstamos. Ojalá hubieran sido de los bancos, pero no. El banco no quería darme dinero a una joven, y menos en tales cantidades. Así que opté por ir con los mafiosos de Japón, o la yakuza, como quieran decirle. Para ellos es una bagatela. Los intereses eran altísimos, pero me los bajaron si aceptaba ser novia de ese desgraciado.*

eika: Otra vez estamos en el límite.

TN: Te he dicho que si quieres, puedo ayudarte con eso. Sabes que no es un problema.

Seika: ¡Claro que no! Esto es problema mío. Además, ¿cómo gastas tanto y nunca se te acaba?

TN: Es fácil. Sigo los consejos del Tío Rico McPato. Creo que así era. El dinero debe moverse, estar activo. Hice inversiones grandes en empresas reconocidas y en algunas que recién inician. Soy medio dueño de una compañía de electrónica de Japón que, por cierto, tiene muy buenas regalías. Por eso mi dinero solo va en ascenso.

Seika: Me sorprende cómo para hablar de cosas que te llaman la atención no tartamudeas, pero si te pido un beso, te pones nervioso y te vuelves un poco torpe.

TN: E-es que son cosas distintas.

Seika: Tonto, puedes ir por las cosas para el Starry, las bebidas y eso, guapo.

TN: Claro, estaré de vuelta en una media hora. Nos vemos.

Seika: Nos vemos, cariño.

*Si ese desgraciado que me golpeaba y casi... a Nijika era de los yakuza a los que les pedí prestado, si aceptaba salir con él no tendría que devolver intereses. Acepté por Nijika. El tipo nunca me gustó, pero se lo presenté a Nijika como si siempre hubiera estado enamorada de él. Era asqueroso. Cada vez que nos quedábamos solos, quería hacerlo o quería que le dejara tocarme. Nunca permití nada de eso. Lo más que pude hacer fue besarlo, y me daba asco siquiera pensarlo. Cuando comenzó a insistir en que tuviéramos relaciones, y yo decía que no, comenzó a golpearme en la cara. Podía dejar que lo hiciera, pero no le entregaría nada a ese asqueroso. Puaj. Cuando Nijika me preguntaba qué me pasaba, solo mentía. No podía dejar que me viera así. Pero un día fue más de lo que pude aguantar, y por accidente dejé que Nijika me viera. Nunca debió verme, y así nunca hubiese pasado aquello.*