quiero vivir

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*La habitación estaba envuelta en una oscuridad opresiva cuando los primeros destellos de la madrugada despertaron a Seika de un sueño inquieto. El sonido de su hermana llamándola con desesperación cortó el aire, llenándola de un temor visceral que la impulsó a saltar de la cama y correr hacia el baño.

Al llegar, el corazón de Seika se detuvo en su pecho al ver a Nijika, pálida y temblorosa, sentada en el suelo del baño. Sus ojos cristalinos reflejaban el miedo y la angustia mientras sus manos estaban manchadas de un oscuro líquido carmesí, una visión que heló la sangre en las venas de Seika.

nijka: tengo miedo...

El terror se apoderó de ella al ver a Nijika toser sangre, un síntoma alarmante que indicaba una situación grave y urgente. Sin pensarlo dos veces, Seika se arrojó hacia adelante, sujetando con delicadeza el cuerpo frágil de su hermana antes de llevarla en brazos hacia la salida.*

*A pesar del clima desfavorable de esa noche de invierno, con lluvia y frío intensos, Seika no dudó ni por un momento en su misión urgente.

Cuando finalmente llegaron al hospital, Seika estaba empapada por la lluvia, pero su única preocupación era Nijika. La entregó cuidadosamente al personal médico en urgencias y se encontró a sí misma sentada en la sala de espera, temblando por el frío y agobiada por la angustia. Cada minuto se sentía como una eternidad mientras esperaba noticias sobre el estado de su hermana, rezando en silencio por su recuperación.*


*Después de que Seika entregara a Nijika al personal médico en urgencias, los profesionales médicos actuaron con rapidez y eficiencia para estabilizarla. Primero, evaluaron rápidamente su estado, observando su dificultad para respirar y su palidez preocupante. Sin perder tiempo, conectaron a Nijika a un monitor cardíaco y comenzaron a administrarle oxígeno para ayudarla a respirar.

Mientras tanto, otro equipo de médicos y enfermeras se apresuró a tomar muestras de sangre y realizar pruebas diagnósticas para determinar la causa exacta de su deterioro. Seika, sentada en la sala de espera, observaba ansiosamente a través del cristal mientras los médicos trabajaban diligentemente para salvar a su hermana.

Después de unos momentos tensos, los médicos lograron estabilizar la respiración de Nijika y comenzaron a administrarle fluidos intravenosos para reponer los líquidos perdidos. La monitorización continua de su presión arterial y su frecuencia cardíaca ayudó a los médicos a mantenerse al tanto de su condición en constante cambio.

Seika, mientras tanto, se aferraba a la esperanza mientras veía el monitor cardíaco parpadear con cada latido del corazón de su hermana. Cada segundo parecía una eternidad mientras esperaba noticias sobre el estado de Nijika, rezando en silencio por su recuperación.*

Doctor: (frunciendo el ceño) Los resultados de los exámenes aún no muestran una causa clara para estos síntomas. ¿Han considerado todas las posibilidades?

Asistente 1: Sí, doctor. Hemos revisado los análisis de sangre, las radiografías y los estudios de imagen, pero hasta ahora no hay nada que explique su condición.

Asistente 2: Tal vez deberíamos repetir algunos de los exámenes o considerar otras pruebas más específicas. No podemos permitirnos pasar por alto nada.

Doctor: (suspirando) Estoy de acuerdo. Mantengamos a Nijika bajo observación continua y programemos más pruebas. Necesitamos encontrar una explicación para esto lo antes posible.

Asistente 1: ¿Cree que podríamos necesitar consultar a un especialista en enfermedades raras o poco comunes?

Doctor: Es una posibilidad. No podemos descartar ninguna opción en este momento. Mantengamos la esperanza y sigamos investigando. Nijika necesita respuestas y no descansaremos hasta encontrarlas.

strangers in love.        TN X SeikaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora