TN: ¿Con Nutella? (Pregunté somnoliento por la hora).
Seika: Sí... es raro, pero quiero comer.
TN: Mañana los iré a comprar.
*TN había abrazado a Seika para seguir durmiendo, pero esta le jala la mejilla.*
Seika: Quiero comerlos ahora...
TN: Son casi las 4 de la mañana.
Seika: ¡Pero quiero comerlos ahora!
*Entonces, ¿por qué se comporta así? Bueno, resulta que Seika está embarazada. Me enteré hace una semana después de que me amarrara con grilletes para que no me escapara. ¿Qué le pasó por la mente para pensar que me escaparía? Tal vez las inmensas ganas de fumar, a pesar de que nunca fumo. Volviendo al tema, los famosos ANTOJOS. Desde comer mantequilla de maní con jamón, helado con fideos, y sí, arroz con chocolate. Ahora me está pidiendo pepinillos con Nutella a casi las 4 de la mañana. Se ha vuelto más agresiva y a veces más amorosa. Muchas veces llora mucho, otras anda muy irritable, y otras anda tan triste que llenaría una bañera con sus lágrimas. Los famosos cambios de humor.*
TN: Bueno, iré enseguida.
Seika: Te amo tanto, TN.
*Y allá vamos de nuevo, Seika se lanzó hacia mí, abrazándome y besándome, pero la emoción duró poco. Cada vez que me besa, las náuseas comienzan a aparecer. A veces me pregunto si le doy asco, pero otras veces la veo a ella y a Nijika abrazadas, y de repente Seika corre al baño a vomitar todo el desayuno que comió. Hablando de Nijika, nuestra relación ha mejorado. Ya no me mira como si fuera una asesina en serie, y últimamente parece más contenta. Está pegada a su celular, respondiendo mensajes. Una vez, por accidente, vi un mensaje donde le enviaban un corazón. Cuando se dio cuenta, escondió rápidamente el celular, y yo hice como si no hubiera visto nada.
Volviendo al punto, aquí estoy, poniéndome las sandalias para ir al minimarket. ¡Bendito sea este minimarket que abre toda la noche!*
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*No me puse nada llamativo, creo que incluso doy más miedo, pero Seika me mira con ojos de hambre. O se come los pepinillos o se come mi pepino y quiero descansar, así que emprendí marcha a ese asombroso y glorioso minimarket que me ha salvado más de una vez.*
*Al llegar a casa después de una odisea en el minimarket en busca de los más extravagantes antojos de Seika, TN no pudo contener su emoción al imaginar la gratitud desbordante de su prometida al ver sus compras. Sin embargo, al abrir la puerta, fue recibido por una visión que desafiaba toda lógica culinaria: Seika estaba sentada en la cama, deleitándose con una zanahoria untada en mayonesa.
