XIII

198 18 42
                                    

El sábado transcurrió con normalidad. Salvo por el nerviosismo de Eryx.

Al día siguiente era la competición.

Y Ellie seguía en el hospital. Se había enterado por Madison que estaba en un coma etílico.

No la había visto desde que se la habían llevado de la fiesta. Cuando ocurrió eso se terminó la fiesta y todo el mundo regresó a sus casa, menos Emma, Leah y Jane que fueron con Ellie al hospital.

Era tarde ya pero Eryx no dejaba de pensar en Ellie y en si estaría bien. Sus palabras en la fiesta le dolieron pero aún así, sabiendo que había otra persona, no podía dejar de quererla.

Eryx se levantó de la cama para acercarse a la ventana y mirar a través de ella. Fuera solo había un par de borrachos cantando y un pequeño gato blanco. A la pelinegra le llamó la atención que un gato tan bebé estuviera solo por la calle. Rápidamente se puso unas zapatillas y una sudadera y bajó al piso de abajo.

Tomó de la nevera una lata de atún y agarro las llaves de la mesa.

Cuando llegó donde el gato, los dos borrachos se habían alejado bastante por lo que no le causaron problema.

Al verla, el gatito se escondió en un banco.

Estaba asustado.

Eryx sacó la lata de atún del bolsillo de su sudadera y la abrió, dejando la lata cerca del gato.

Esperó pacientemente. Y al cabo de un rato el gato se atrevió a ir acercándose poco a poco a la lata.

El gato se terminó la lata con rápidez y se acercó a Eryx por más.

—Tenías mucha hambre.

El gato maulló, como si quisiera responderle y se acercó un poco más a Eryx. Le dió un leve golpe en la pierna con su patita.

—Si me dejas ir a mi casa te traigo más.

El gato volvió a maullar y Eryx no pudó evitar una leve risa.

En cuanto se levantó y comenzó a caminar de nuevo a su casa, el pequeño gato la siguió. Eryx no se dió cuenta hasta que cuando iba a cerrar la puerta que el gato volvió a maullar.

—¿Me has seguido hasta aquí?

Pudó escuchar otro maullido del gato.

Lo dejó pasar y fue a la cocina, agarró dos latas y se acercó al gato. Abriendo una y dejándola a su lado. Enseguida el animal empezó a comer.

Eryx se sentó en el suelo, al lado del gato, viéndolo comer.

El gato terminó por acarse a ella y acostárse en su regazo. Eryx lo acarició con suavidad.

—Necesitas un nombre. -el gato maulló- ¿Qué te parece Hendrix?

El gato maullo con desagrado.

—Bueno, bueno. ¿Dante?

El gato no emitió ruido alguno, solo la miró.

—¿Joe?

El gato ronroneó en su regazo.

—Pues bienvenido a mi asquerosa vida, Joe.

Joe volvió a ronronear y se estiró. Eryx bostezó y cargó a Joe. Subió a su habitación y agarró una sudadera vieja, haciéndole una pequeña cama a Joe con ella.

No tardó en quedarse dormida con Joe entre sus brazos.

...


A la mañana siguiente, Eryx se despertó entre la alarma, maullidos de gato y golpes en la puerta.

Queen Of My Heart /lovertationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora