Por poco aquel proyectil la alcanzó. Su torpeza y el impacto en el suelo fue suficiente para mandarla al otro lado del salón. Con trabajo se incorporó mientras aguantaba sus ganas de maldecir. ¡Era un dos contra uno! ¡Más injusto no podía ser! Apretó los dientes, si quería mejorar, las quejas no le iban a ayudar en nada. Lo que sí no esperaba, era que terminaría entrenando con ellas.
— Cuando mamá nos dijo que eras un ángel, esperaba algo más.
— Clara, no seas grosera.
— La acabas de mandar volando con tu cañón ese, ¿y me dices que no sea grosera?
Odette y Clara Carmine, las dos hijas de Carmilla. Normalmente calladas y silenciosas, era más común verlas vender la mercancía de su madre; claro, ella podría ser quien se mostrara la de armas a tomar, pero era obvio que no iba a criar a un par de chicas indefensas. Las dos sabían pelear bien, de eso no había duda; ambas se movían rápido y con delicadeza trabajando en equipo; Odette usaba sus creativos inventos como armas, mientras que Clara repartía golpes casi sin sudar. Mientras te distraigas con una, la otra aprovechará la situación.
Sin embargo, no sabía si era por su actitud despreocupada de las chicas, Vaggie sentía que no se lo estaban tomando de todo en serio, incluso los caníbales se mostraban más serios en el entrenamiento antes del día del exterminio.
Bueno, debía reconocerlo, ella no era una rival tan interesante y los entrenamientos que ella experimentó eran casi de: "matar o morir"; también, odiaba admitirlo, era más torpe desde que perdió su ojo, ignorando su cabello largo ¿quién tomaría en serio a alguien en sus condiciones? Así que decidió no pensar mucho en eso, e ignorando la pequeña picazón en su espalda, se levantó apoyándose en la pared antes de ponerse en posición de defensa.
— Sí que es terca.
Las dos chicas corrieron hacia ella, Odette comenzó a disparar, por suerte esta vez pudo esquivarlos; Clara llegó por atrás y trató de hacerle una llave, de la cuál se pudo safar. Se tuvo que cubrir rápidamente con los antebrazos por los golpes que le proporcionaba la menor de las Carmine, a la vez estaba atenta a cada sonido del cañón, no era nada fácil, esa picazón en la espalda la distraía.
— '¡Déjenme en paz! ¡No van a salir!'
Su mayor ventaja era que la rubia no disparaba cuando su hermana estaba en medio.
A lo lejos vio su lanza tirada cerca de las escaleras. Si la quería tendría que librarse de Clara y luego correr hacia Odette la cuál estaba también a un par de metros frente a las escaleras sosteniendo su cañón miniatura. Lo pensó un poco, ¿era buena idea ir por ella? ¿Y si se le iba la mano y terminaba por lastimar a una de ellas? El último ángel que intentó ponerles un dedo encima terminó sin cabeza, no gracias.
Tuvo que agacharse cuando sintió que algo iba directo a su cabeza, resultó ser otro proyectil, el cuál se quedó atorado en uno de los pilares. Clara no le dió mucho tiempo para contemplar lo que pudo haber sido su destino final, aprovechó que estaba en el suelo para lanzarse sobre ella, a tiempo, Vaggie la agarra de las muñecas antes que pudiera llegar a su cuello. Entonces, escucha unos metales tocando el suelo y por el rabillo de su ojo ve en la pared la sombra de alguien "volando por los aires". ¡Al demonio!
Con sus piernas empuja a Clara, y comienza a correr en dirección hacia Odette, la cual dispara a diestra y siniestra, de algún modo logra esquivarlos, aunque es casi golpeada por más de uno. Cuando está cerca de ella, se desliza y pasa por su lado. Toma la lanza y se gira justo a tiempo para bloquear el ataque de Carmilla que aterriza sobre el mango. La Overlord salta hacia atrás y la mira fijamente —. ¿Subestimas a mis hijas? – Vaggie se siente confundida, tanto por aquellas palabras como sus acciones, ¿subestimar? ¡Su cabeza casi termina con un agujero hace tan solo un segundo! ¿Y por qué interviene? Creía que sólo iban a ser las chicas y ella el día de hoy, ¿cambio de planes planes? Antes de expresar sus dudas, las tres demonios atacaron al mismo tiempo.
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¿Qué puede ser peor que entregarse a la Princesa del Infierno?
FanficEmily le dió las buenas noticias a Charlie y al resto del hotel, causando todo tipo de reacciones, en especial de alegría. Pero también les decidió dar otra pequeña, con dudas, sabiendo que podía causar cierto conflicto. Ahora, la princesa se encue...