Episodio Ocho

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(Nota del autor: Espero les guste la nueva portada! c; )

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Gina no ha podido concentrarse esas semanas en las prácticas de la gimnasia, aunque se alegra de que Brandom haya aceptado gastar parte del dinero de sus padres en matricularla, de lo contrario estaría aburrida en casa sin hacer nada. 

Son las ocho de la noche y ha estado practicando unos saltos, pero ninguno le puede salir bien porque en su mente está aquella tonta pregunta que la ha perseguido desde esa hace unas semanas: "¿Qué siento por mi primo?"

—¿Otra vez distraída, bellota? —pregunta una chica rubia con el pelo recogido en dos grandes colas.

Se llama Cinthya y se ha vuelto su única amiga en aquel lugar, a Gina le cae bien, pero no está segura si le molesta el apodo "bellota" que le puso por tener el pelo color castaño.

—¿De qué hablas? Estoy totalmente concentrada. —dice Gina, pero tropieza y cae de rodillas en la colchoneta. Cinthya le extiende la mano y la ayuda a levantarse. 

—Pues a mí me parece que estás pensando en algo. ¿O acaso será en alguien? —dice Cinthya con una sonrisa de oreja a oreja. —Puedes hablar conmigo, te prometo que doy buenos consejos. 

—No es nada... —dice Gina, aunque piensa que sí le gustaría hablar con alguien de aquel tema. Claro sin dar toda la información que la haga quedar como una rara. 

La profesora toca un pitido y todos los alumnos del club saben que es hora de ir a los camerinos a cambiarse e ir a casa.

Gina y Cinthya aprovechan para tomar unos refrescos en las máquinas expendedoras. 

—Me encanta el durazno. —dice Cinthya y Gina hace un ademán de querer vomitar.

—Te gusta el peor sabor posible. —dice Gina sonriendo.

La sonrisa de Gina se desvanece, piensa de nuevo en su primo. «Yo también elegí el peor gusto posible. Espera... acaso eso significa que...»

—¡Allí está de nuevo esa mirada! ¡Te volviste a perder en tus pensamientos! —dice Cinthya riendo.

Gina bebe un sorbo de su refresco mientras esquiva la mirada de su amiga, se ha ruborizado. 

—Bueno... tal vez tienes razón... —dice Gina que se da cuenta de que le cuesta hablar del tema. 

—¿Es algo o alguien? —pregunta su amiga.

—Es... alguien. —dice Gina y siente que sonríe involuntariamente, como si le alegrase por fin tener a una persona con la que hablar del tema. 

—¡Lo sabía! ¡Lo sabía! —grita Cinthya con una sonrisa y se sienta en el suelo.

Gina la mira sin saber qué hacer, así que Cinthya palma el suelo a su lado para que se siente con ella. 

—Es hora de charla de chicas. —dice Cinthya.

Gina no puede evitar sentarse a su lado y varios minutos después ha terminado de contar las cosas que le pasaron con Brandom, pero sin decir que se tratase de su "primo", si no que es acerca de un "mejor amigo de la infancia".

—¿Pero no entiendo cuál es el problema? —pregunta Cinthya que ya ha terminado de beber su refresco.

—El problema es que yo no debería tener ningún sentimiento hacia él. Más que el de verlo como un hermano. —dice Gina.

—¿Por qué no? No es como si fuera tu hermano. —dice Cinthya confusa.

«Ojalá fuera mi hermano, así no sentiría estas tonterías cursis por él. Oh por dios, y si aún así las sintiera, eso sería asqueroso. Soy una pervertida, me iré al infierno por estos pensamientos.» piensa Gina avergonzada, pero sin decir nada. 

Solo somos primos ¿Cierto? - 1 TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora