Capítulo XII : Ataúdes

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—Quedaos aquí

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—Quedaos aquí. —Klaus pidió.

Se encontraban en un gran almacén en el que había varios ataúdes. La bruja a la que habían ido a ver a Chicago, le había pedido al híbrido que trajera a su hermana, y él, había tenido que ir a por ella. Emily había querido ir, y con ella, fue Stefan.

Emily se acercó a uno de los ataúdes mientras Klaus le sacaba la daga a su hermana. Levantó la tapa de este y pudo ver a Elijah, con una expresión incluso más seria que la que ponía cuando veía a Damon. Tenía venas grises por la cara y el cuello, y ella supo que era por la daga. El original le había contado alguna vez el dolor que él y sus hermanos experimentaban con la daga puesta, y en ese momento, la morena estuvo tentada a quitarle la daga. Antes de siquiera poder cogerla, la mano del híbrido se lo impidió.

—No, amor.

—Aparta, Niklaus. No puedes tener a Elijah así. Ni él ni a ninguno. Les haces daño.

—Amor, todavía no.

—Por favor. —Pidió. —Déjame quitársela.

El híbrido suspiró sabiendo que al estar su hermano con la daga, su compañera también sufría. Asintió lentamente antes de retirar el mismo la daga y guardarla.

—Me quedaré aquí con ellos. —Anunció la chica aún sin alejarse de Elijah.

Ambos vampiros parecieron reacios a dejarla ahí sola, pero al final accedieron. Nadie era más cabezota que Emily Forbes.

Cuando se fueron, la morena se acercó a los demás ataúdes para mirar quiénes había allí. En el primero, había un chico un poco más mayor que ella. Era más joven que Nik y Elijah, e incluso que Rebekah. El chico del siguiente ataúd parecía más mayor que todos ellos, supo de inmediato que se trataba de Finn, el hermano mayor del que Elijah le había hablado en ciertas ocasiones.

—¿Quién eres? —preguntó una voz a sus espaldas haciéndola sobresaltarse.

Rebekah Mikaelson se encontraba allí parada, vestida con un traje de los años 20. Su cabello rubio se encontraba recogido en una especie de moño.

—Me llamo Emily Forbes. —Sonrió.

La rubia se acercó a ella con su velocidad vampírica, pero una fuerza la echó hacia atrás. Elijah se encontraba delante de la morena, protegiéndola del hambre de su hermana.

—Con ella no, Rebekah. —Acto seguido se giró hacia la morena y la atrajo en un fuerte abrazo. —Hola, Elskan.

—Hola, 'Lijah. —Murmuró con una sonrisa.

—Hermanos. —La voz de Niklaus irrumpió en la sala, haciendo a Elijah poner detrás de él a Emily en caso de que su hermano fuera a intentar algo. Si bien Niklaus también era su compañero, Elijah sabía que el híbrido tenía sus momentos de paranoia, y no quería siquiera imaginar qué podría pasar.

—Niklaus. Me clavaste una daga por la espalda. —Le recriminó el más noble de los hermanos molesto.

—Te ibas a interponer en mis planes.

—¿Y yo qué? ¿También me interpondría en tus planes? —Rebekah atacó.

—Ambos sabemos, hermana, que tu sed por amor es mucho mayor que cualquier otra de tus cualidades.

Tras unos segundos de silencio de todos, mirando entre Klaus y Rebekah, esperando cualquier reacción explosiva de cualquiera de ellos, la rubia habló.

—¿Por qué me has quitado la daga, Nik?

—Bueno, Rebekah, necesito tu ayuda con algo. Pero antes, tengo una sorpresa para ti.

Stefan entró en ese momento, haciendo que la rubia pusiera una sonrisa y corriera hacia él.

Emily notó la incomodidad que Stefan irradiaba al no reconocer a la rubia. Este miró a Klaus con confusión.

La morena suspiró apoyándose en el hombro de Elijah mientras Klaus se situaba a su otro lado, dejándola a ella en medio.

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