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Tal y como lo imaginó, pasar la tarde en el trabajo, hacer lo suyo, pero con la diferencia de compartir una amena e interesante charla sobre varias cosas con el hombre hizo que el tiempo volara en todos los sentidos.
Un día diferente, rutinario, pero para el anochecer, Jungkook volvió de la calle, cruzó el umbral de la puerta con una bolsa de plástico en su mano diestra y una enorme sonrisa en el rostro, como si hubiera encontrado un valioso tesoro o como si se hubiera encontrado con una de las siete maravillas del mundo. Tal cosa dejó confundidos a ambos, pero tan ensimismados estaban en su propio mundo, les costó trabajo volver al mundo.
"Quiero que me hables de ti, yo ya lo hice contigo, Min" Fue lo que dijo el rubio para ser el detonante de la razón por la cual Yoongi empezó sutilmente a contar aspectos de su vida personal, teniendo en cuenta que más tarde iba a arrepentirse.
Jimin no lo juzgó, no le hizo muecas extrañas, es más, Min se sintió ¿Escuchado? ¿Empatía? Eran las palabras que rondaron por su cabeza al tener al muchacho frente él atento a sus palabras, escuchándose, hablando, bromeando, riendo.
Oh, la risa de aquel joven.
—Aún recuerdo mis escasas clases de preparación para la universidad —recordó Yoongi frunciendo la nariz.
No supo en que momento, pero, para la sorpresa del propio Min, él ya había contado más, había hablado más, se sentía libre de conversar con alguien que no fuera un sujeto dentro de su pequeño círculo social, se trataba de alguien que acababa de conocer pero que también había causado un revuelo en su vida, no para mal (o eso quería pensar).
— ¿Fue divertido al menos?
—Días horribles, no entendía una mierda de lo que me explicaban.
— ¡Vamos! No creo que haya sido tan espeluznante como cuentas —chilló Jimin.
—Totalmente lo fue, aunque bueno, tienes razón no todo fue terrible, tienes un punto.
Jimin era tan optimista, Yoongi lo había bautizado así o tal vez él ya lo era desde hace mucho.
— ¿Lo ves? En fin ¿Cómo escapaste de eso, Yoongi?
Una vez más, su nombre saliendo de sus labios, con esa pronunciación extranjera (no literalmente) pero con ese acento que empezaba a hacerle sentir curiosidad.
—Me revelé contra el opositor, es decir, mi padre —contó alzando los hombros, restándole importancia.
Justo cuando los regordetes labios del rubio formaron una mueca de sorpresa y el azabache mayor estuvo por decir algo más, Jeon llegó hasta ellos con un aura alegre, pero dejando que sus palabras fueran volviéndose poco estables al no entender del todo la situación, solo esperaba que no fuera alguna mala visión o la destrucción del universo.
— ¡Hola, buenas...! ¿Noches...?
—Buenas noches, Jungkook —saludó Jimin con esa sonrisa que a Yoongi le empezaba a hacer sentir nervios.
— ¿Dónde estabas? Pensé que te había sucedió algo —habló el azabache sin el afán de regañarlo como su padre, sin embargo, la preocupación cabía en él desde que el cielo se tiñó de oscuro y las primeras estrellas aparecieron—. En unos minutos cerraremos.
—Lo sé, disculpa es que... —divagó—. Luego de cuento, es algo... Largo. Ahora, quiero explicaciones de lo que está pasando —mandó Jeon apoyando una de sus manos en el estante de su costado.
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Whispers: Yoonmin [finalizada y editando] #LA24
FanfictionEl invierno vuelve, pero consigo trae la nostalgia que embarga al pelinegro mientras le susurra a este el dolor de un amor que no pudo ser. En susurros Yoongi pedía por el regreso de las memorias que se llevó un ex amante en invierno, pero al no vol...