Nunca pensamos que nos enamorariamos

Parte sin título 2

Hola buenos días, tardes o noches, antes que nada, quiero disculparme porque han sucedido muchas cosas, por lo que no había podido actualizar las historias que tengo pendientes, segundo había pensado que esta historia seria de dos partes, pero tal parece que se va a alargar un poquito, tengan un poco de paciencia.

Otra cosa quiero agradecerle al usuario Alex-sanuwu, quien ha estado pendiente de esta historia, espero que te guste este, así como a los otros usuarios de fanfiction y wattpad, quiero agradecerles por seguir mis historias.

Los dejo con la lectura, puede contener faltas de ortografía y errores tipográficos, les recuerdo que los personajes de Gosho Aoyama no son mios, la historia sin embargo es de mi autoría. Por lo que se tiene prohibido la historia parcial o total de la misma. Entonces los dejo con la continuación.

Shinichi todavía no podía creer que su cuerpo podría dar vida, pues con solo mirar los documentos que estaban en el escritorio de su casa, los estudios que Haibara le había hecho un total de ocho pruebas que demostraban su embarazo. Por lo que ella le explico el día que tuvo mucha fiebre y estuvo inconsciente, su cuerpo al haber consumido tantos prototipos y al combinarse con el antídoto, provoco que cambiara su ADN, creándole un útero. Se maldecía por no haberle hecho caso y moderar el consumo, ahora un pequeño ser, está creciendo y no sabía que hacer, no podía abortar, porque el siendo hombre sería toda una noticia, además que Haibara no se lo permitiría.

Por lo que su amiga, buscaría al ladrón el causante de su desgracia, sin embargo, la condición que puso fue, si en una semana no lo encontraba, estaba decidido en tener al niño, darlo en adopción y borrarlo de su memoria. Además de someterse a cirugía para retirar ese órgano que no debe estar dentro suyo. Ya le estaba doliendo la cabeza y por su salud mental, arrojo las hojas a la chimenea, se enfocaría en su trabajo, sin embargo, ya no podía salir se estaba empezando a notar los cambios en su cuerpo

Después de la plática con el detective, Haibara llamaría al Sr. Susuki, ya que Kudo lo tenía guardado en el teléfono de Conan, por lo que ella utilizado la pajarita para hacerse pasar por el niño, durante la llamada le explico que le ayudara a encontrar a Kid, sabía que el utilizo un mensaje en el periódico para pedirle ayuda. Ahora requería ese mismo método. El sr. Susuki no entendía porque el asesino de kid, necesitaba a ese ladrón, pero no podía negarle la ayuda cuando el, lo había hecho muchas veces. Así que acepto, Haibara le dicto el mensaje y que este estuviera en la primera página, pero no a la vista de todos algo que solamente el ladrón pudiera identificar.

Entonces a la mañana siguiente se leía el siguiente mensaje: Cuando en el cielo se vea la luz blanca, invoco a la paloma blanca, en donde el tiempo suena, tu contrincante te espera, no es tiempo de pelea es tiempo de asistencia. La diosa esperara hasta la hora de cenicienta. Haibara junto con Kudo leían el mensaje, para este último esperaba que el ladrón fuera al encuentro no quería pasar por el proceso de embarazo solo. Esperaba que Kid leyera este mensaje, el cual sería impreso diariamente hasta recibir una respuesta.

Por su parte Kaito estaba ocupado, planeando otro robo, de una joya que venía de Dinamarca la cual decía que cambiaba de color solamente en la noche, por lo que fuera Pandora era una alta probabilidad, estaba revisando los planos, cuando su ayudante, revisa las noticias de dicha joya, cuando ve un extraño mensaje y no puede evitar pensar que ese viejo rico, otra vez quiere retar a su joven amo. Pero no podía desestimar este mensaje, ya que a su pequeño maestro le gustaba jugar con él.

-Joven maestro, parece que el sr. Susuki nuevamente ha mandado un mensaje.

Al oír esto Kaito levanto la vista y vio que tenía la laptop en la mano, por lo que dejo de mirar los planos y fue con su abuelito, este le dio espacio y al momento de leer el mensaje supo que no era el sr. Susuki quien solicitaba verlo. Era la persona que no quería ver, después de lo ocurrido. Sin embargo, era raro que el solicitara su ayuda, a menos que.