Prólogo

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Los 7 Arcángeles, los hijos más poderosos de El Creador, solamente superados en poder por las entidades más antiguas y poderosas de la existencia; La Oscuridad, La Muerte, y el mismísimo Dios.

Arcángel Miguel

Arcángel Rafael

Arcángel Gabriel

Arcángel Tsafkiel

Arcángel Zadkiel

Arcángel Haniel

Arcángel Samael

Solamente los Principes del Infierno son capaces de igualar su fuerza en combate convirtiéndose así en sus enemigos naturales.

Durante mucho tiempo Samael fue considerado el ángel más fuerte de todos hasta que su sed de poder lo conllevó al exilio y con él le siguieron todos sus seguidores.

Fueron arrojados a El Vacío para cumplir sentencia de muerte, lugar dónde la entidad conocida como Oscuridad regía con sus súbditos, los Espectros, quienes desde el comienzo de los tiempos habían sido enemigos pero ahora tenían un objetivo en común, la destrucción del Reino Celestial.

Fue así que Samael y la Oscuridad llegaron a un acuerdo en dónde se unirían en un solo ser, uno con un devastador poder con el cual convirtió a todos sus ángeles caídos en seres oscuros, dando paso así al nacimiento de una nueva raza conocida como Demonios.

El nuevo señor oscuro ya no respondería al nombre de Samael pues ya no quedaría nada del arcángel que fué una vez, ahora sería conocido por todos como el Rey del Infierno, Lucifer.

El Vacío entonces dejó de existir, convirtiéndose así en un lugar de castigo para aquellos que lo merezcan, un lugar de sangre y fuego, el nuevo reino que llevaría la guerra hasta los cielos; El Infierno.

¿Y yo como sé todo esto? Pues por fortuna o desgracia pertenezco a todo este mundo de ángeles y demonios más de lo que me gustaría.

De lo poco que sé sobre mí es que una vez existieron más como yo, pero fueron llevados al  exterminio por el peligro que representaba está nueva raza, los Nefilim.

Seres mitad humano, mitad ángel. Todos aquellos celestiales que procrearon con seres humanos recibieron como castigo el exilio.

Algunas quedaron ocultos viviendo como humanos, otros se sumaron al bando de los demonios.

Nunca supe mucho de mi procedencia pues mi madre quien se encontraba en un estado de salud delicado no quiso contarme más de lo que pudiera asimilar con mi corta edad y falleció cuando era apenas un niño.

Ahora queda por mí descubrir quien soy realmente y cuál es mi propósito en este mundo, mientras tanto solo me queda prepararme mentalmente para lo que esté por venir.

El Hijo del Arcángel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora