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Entonces...

¿Qué decías que era para tí Jungwon, Jay?

Ahora mismo no se pondría a responder esa pregunta, mucho menos si su precioso omega estaba rogando por atención debajo suyo.

¿Cómo llegaron a esta situación?

Simple...

Después de su encuentro y de arreglar su pequeño malentendido. El omega logró sacar a su lobo de su cuerpo y este mismo ahora estaba sobre el menor besando su cuello y gran parte de su hombro donde se intensificaba también su dulce y atrayente aroma.

—¿Alfa?—llamó el castaño.

—Aquí estoy mi amor—lamió sus labios suavemente, trazándolos con su lengua—Alfa esta aquí ¿Sí? Te hará sentir bien...

Su alfa ya estaba totalmente fuera de sí, sus ojos estaban completamente anaranjados y sus pupilas bastante dilatadas. Unirte a un alfa no era algo que hacías a diario a menos que seas mayor de edad, donde ya puedes empezar a procrear. Mientras no, debías permanecer completamente virgen y en el caso hipotético de Jungwon, era su primera vez.

Y se ponía aún peor ya que nadie le explicó si dolía, si se sentía bien o incluso como debería moverse en pleno acto. Sus tíos sí se tomaron la molestia de hablar de esos temas con el y su hermana, pero no de manera tan explícita.

¿Estaba asustado?

Sí...

Pero el miedo era tanto como las ganas de estar con su alfa, ahora se veía completamente diferente, era más fuerte y eso se dejaba ver tanto en su abdomen como en brazos y piernas, su mandíbula tan perfectamente marcada que hacía resaltar sus rasgos aún más, y ni hablemos de su ancha espalda la cuál ahora mismo batallaba para poder rodearla con sus bracitos, puesto que su alfa tenía hombros y espalda muy anchas y nisiquiera sus dedos llegaban a rozarse.

Su alfa lo iba a romper...

Literalmente

El omega quería aprovechar lo más que pudiera sus días de celo y los de su alfa, lo negará o no, había extrañado mucho su compañía y estaba dispuesto a recompensar al mayor por el tiempo que ambos perdieron en todos estos años.

El omega quería aprovechar lo más que pudiera sus días de celo y los de su alfa, lo negará o no, había extrañado mucho su compañía y estaba dispuesto a recompensar al mayor por el tiempo que ambos perdieron en todos estos años

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Por otro lado, una pequeña manada en un claro del bosque acababa de despertar o bueno, solo uno de ellos.

—¿Dónde esta Jay hyung?—preguntó Ni-ki, el único alfa despierto hasta ahora.

El menor no lo pensó mucho y rápidamente se acercó a donde dormía uno de sus hyung para empezar a moverlo entre las sábanas.

—¡Heeseung hyung!—dijo mientras lo movió, peeo para su desgracia el alfa mayor no reaccionando—¡Jay hyung no está!

Y como si fuera por arte de magia, el ojo derecho del alfa mayor se abrió ampliamente para después sentarse entre el tumulto de sábanas y edredones con mucha rapidez, mirando a todos lados hasta toparse con la mirada preocupada del alfa pelirubio.

• I know you'll save me • JaywonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora