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"Manada Omorfiá"

Que injusta puede ser la vida ¿no? Pues déjame hacerte conocedor que se vuelve mucho peor cuando en esta sociedad, donde se separan a las castas y se clasifican del más al menos débil, no podías encontrar el amor ¿Por qué? Simple, tenían prohibido enamorarse.

Y eso nisiquiera es solo una razón ya que en realidad son muchas reglas dentro de ambas manadas contribuyentes. Los matrimonios eran arreglados así como las poderosas etnias a cargo de administrar, proveer y prevalecer la especie, tanto omega como alfa, decidían con sumo detalle con quién tenías descendencia.

No había libertad, los omegas eran considerados la casta más débil y su único propósito según esta sociedad era colaborar en el crecimiento y la perduración de la especie; sin embargo, entre toda esa adversidad existía una luz que solía alegrar aquel bosque de reglas tan anticuadas y exigentes.

Los cachorros...

Esos pequeños eran sin lugar a duda... la esperanza que tenían los pueblerinos, con su inocencia y alegría infinita, la cuál lamentablemente cuando crecieran desaparecería al darse cuenta de la realidad, pero mientras tanto, solo dejaban que sean ellos mismos en lo que el tan demacrado hecho ocurría.

 la esperanza que tenían los pueblerinos, con su inocencia y alegría infinita, la cuál lamentablemente cuando crecieran desaparecería al darse cuenta de la realidad, pero mientras tanto, solo dejaban que sean ellos mismos en lo que el tan demacrad...

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Los pequeños cachorros al nacer se quedaban en la manada "Omorfiá" y sus respectivos progenitores omegas los cuidaban hasta que se presentaran, para después enviarlos a su respectiva manada de acuerdo a su casta.

En este preciso momento, un par de cachorros se encontraba discutiendo sobre quién tendría el cabello mas largo y que serían al presentarse, todo combinado en un cálido ambiente donde algunos omegas vigilaban a los cachorritos a la distancia.

—¡Jay Hyung me hace cosquillas!—Se quejaba el pequeño niño de tan solo 4 años.

—Tú empezaste Wonnie—reprendió el cachorro mayor de 8 años—¡Ahora te aguantas!—siguió haciéndole cosquillas al pequeño, mismo que soltaba carcajadas agudas sin parar.

Tan sumergidos en su mundo que no sintieron cuando un omega llamó su atención.

—Lo siento Jay bebé—dijo agachándose para acariciar la mejilla del pequeño cachorro—Pero debo llevarme a Jungwon, volveré rápido.

Sin más cargo al cachorro más pequeño para llevárselo a algún lugar que el mayor no conocía.

—Adiós Tío kook—agitó su mano al omega en gesto de despedida—

Park Jongseong, hijo único del bello omega Park Jimin con uno de los alfas encargados de preñar a los omegas, al parecer heredando la belleza de su madre ya que era un niño muy guapo, con el cabello rubio, ojos café y piél ligeramente bronceada; sin embargo, para sus 8 años, era un cachorro bastante alto y con contextura ancha, por lo que sí, muchos deducían que se presentaría como alfa. Todo lo contrario a Jungwon quién para sus 4 años de edad estaba desarrollado, tenía un cuerpo mucho más delgado y apariencia delicada.

• I know you'll save me • JaywonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora