VATERPROBLEME

Capítulo 3

Pov Bill:

Luego de comer con Andy, mis hermanos se dispusieron a ver películas en la sala mientras el rubio y yo manteníamos conversación de cualquier trivialidad.

A partir de un rato ambos permanecimos en silencio simplemente viendo el resto de la película, mire de reojo como mi mejor amigo clavaba su mirada en mí con una expresión de seriedad, entreabrió su boca como queriendo decirme algo pero inmediatamente la cerró arrepintiéndose, voltee mi cabeza hacia a él alentándole a hablar, hasta que por fin lo hizo.

–Oye Bibi, estaba pensando... solo te faltan dos años para terminar la universidad, luego de eso podrás conseguir un trabajo y mudarte con los niños.

–Ajá, eso es lo que planeo hacer.– dije restándole importancia.

–Estoy seguro que a mis papás no les molestaría que ustedes tres se muden con nosotros un par de años, o al menos hasta que puedas conseguir un trabajo y mantener a Alex y Anne.

–Andy, ya sabes mi respuesta, gracias en verdad, pero no puedo aceptar eso.– respondí alzándome de hombros y agachando la cabeza.

El rubio solo dio un suspiro de resignación y negó suavemente.

–Bueno, como quieras, solo quiero que sepas que si las cosas se ponen feas puedes contar conmigo y mis papás ¿de acuerdo?.

–De acuerdo Andy.– No pude evitarlo y lo abracé fuertemente, como pocas veces lo hacía.

Me separé y le dediqué una amplia sonrisa a mi mejor amigo.

–Bueno, es hora de irnos niños, despídanse de Andy.

Los dos pequeñitos se abrazaron a las piernas de Andy y hablaron al mismo tiempo.

–¡Adiós Andy!

–Adiós pequeños demonios.

Ambos niños tomaron una de mis manos y tras darle un último adiós a Andreas empezamos a caminar en dirección a nuestro hogar.

Era de noche cuando llegamos a casa, no nos tomó mucho tiempo pues la casa del rubio quedaba a una o dos cuadras de la nuestra pero como decidimos pasar toda el día con el, inevitablemente íbamos a llegar tarde.

Me sentía exhausto, pero aún así me di el tiempo de llenar la bañera con agua caliente y hacer espuma para darles un baño a mis hermanos, mientras ellos jugaban con las burbujas yo fui a mi habitación para ponerme la pijama, regrese a cambiarlos a ellos con dos pijamitas idénticas y los dejé coloreando en la sala mientras yo buscaba en la cocina algo para darles de cenar.

Escuche como abrían la puerta de la sala y la inconfundible voz de mamá avisando que ya estaba en casa, que extraño, apenas eran las diez y ya estaba de vuelta.

Salí a ver que era eso que la había hecho aparecer tan temprano hoy, no sin antes gritarle de manera burlona desde la cocina, que hoy había roto nuevo récord en su horario de llegada.

No contaba con qué Heidi no venía sola, otra vez había traído un hombre nuevo a la casa, pero este era diferente de los demás, no logré identificar el porqué, solo sabía que este no me causaba escalofríos ni repulsión, al contrario parecía joven y amigable, llevaba ropa limpia y pulcra, cuando di un paso más cerca de él pude notar que despedía un aroma fresco y varonil que me encantaba, era alto y tenía un bonito piercing en su labio inferior.

Me empecé a poner nervioso de solo verlo, era guapísimo ¿cómo es que un hombre así podía fijarse en mi madre? la única repuesta que se me ocurrió era que tal vez estaba igual de loco que ella, si seguro que era eso, ninguna persona decente podría estar con ella.