Capítulo 5

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Pov Tom:

Los niños chapoteaban alegremente en la alberca inflable con las mejillas teñidas de rojo por el sol mientras que Bill y yo estábamos sentados en el césped bebiendo limonada y comiendo un par de hamburguesas que ordenamos a domicilio.

–¿Entonces tienes tu propia piscina en casa eh?.– dijo Bill rompiendo el silencio que se había formado entre nosotros.

–Si, es genial tener una aunque rara vez la uso, suelo estar ocupado la mayor parte del tiempo. Puedes ir cuando gustes, te aseguro que es mejor que la de tus hermanos.

Bill me regaló una cálida sonrisa por primera vez, una que me hizo sentir qué tal vez ya estábamos avanzando, tal vez ya estaba derribando parte de aquellas grandes barreras que me imponía para entrar a su vida.

–Tienes psicina privada, llevas ropa de diseñador y joyas caras, conduces un Bentley que está increíble por cierto, e incluso hablas, comes y actuas de manera no se... educada. Estoy seguro que eres una persona de bastante dinero .– Al parecer Bill me había analizado tanto como yo a él, era muy listo y directo, me gustaba eso.

–Es mi auto favorito de toda mi colección, puedes ir a dar una vuelta si quieres.– dije tendiéndole las llaves e ignorando todo el resto de cosas que había dicho solo para molestarlo.

Bill miró las llaves con el ceño fruncido y habló. –No cambies de tema.

Vi su carita enfurruñada y no pude evitar reírme de él haciendo que se molestara aún más conmigo.

–Eres muy perspicaz ¿Cierto?.– pregunté.

El peli negro se encogió de hombros aún con mala cara y me respondió. –Cierto. Pero en realidad cualquiera podría darse cuenta de eres alguien rico, no engañas a nadie.

–No intentó engañar a nadie Bill. Pero tienes razón, tengo un buen capital gracias a mi trabajo.

–¿Y en que trabajas? si se puede saber.– me cuestiono aún con un tono de desconfianza.

–Estudié Derecho y manejo un bufete de abogados, a veces hago algunas conferencias y también me pagan bien por ello.

–Espera... ¿Eres Tom Kaulitz?.– Asentí lentamente mientas analizaba su rara expresión.

–¡Tu has dado conferencias en mi universidad!. –gritó de repente sacándome un susto.– Si ya te recuerdo, mi amigo Andy estudia Derecho y estaba muy emocionado por verte. Debes ser muy bueno.

–Tal vez no sea el mejor pero creo que soy bastante bueno.– dije sonriéndole.

–Y mi pregunta es... ¿Qué hace un hombre como tú con mi madre? Lo único que se me ocurre es que quizá estas igual de loco que ella, sin ofender.

Me quedé un momento callado buscando que responder. Bill sospechaba de mi, eso era seguro, ningún hombre medianamente decente querría estar con Heidi, si yo no estuviera tan perdido por Bill jamás me habría acercado a ella, nunca, así que era obvio que mi repentino interés iba a generarle sospechas pero tampoco podía decirle que la verdadera razón detrás de eso era que me había quedó prendido de él, ahí si que me iba a considerar un loco total.

–Pronto vas a entender el porqué de todo lo que estoy haciendo Bill, te lo aseguró. No soy un loco ni nada de lo que estas pensando, créeme que no tengo malas intenciones contigo ni con tu familia. No te pido que confíes en mí pero si que me des una oportunidad para que tú mismo decidas si hacerlo o no ¿De acuerdo?

Bill me miró a los ojos durante algunos segundos que quise que fueran eternos. Soltó un suspiró y asintió suavemente mientras me daba una media sonrisa.

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