Capitulo 2

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Freen

—Era mi ultimo paciente —me dije a mí misma mientras marcaba algo en el cuaderno—. Perfecto —sonreí.

—Hablando sola.

—Ay, me asustaste, Seng —me di la vuelta para mirarlo a la Cara. Este me tomó de las mejillas y me dio un beso fugaz—. ¿Pasa algo?

—¿No puedo venir a recoger a mi esposa? —le dio un respingo a mi nariz—. Te ves hermosa con esa bata, de verdad, te luce mucho.

—Gracias, mi vida —dejé el cuaderno sobre mi escritorio—. Y claro que puedes. Ya he terminado así que ya nos podemos ir.

Iba a pasar por su lado pero este me detuvo y me subió de golpe al escritorio.

—Siempre... bueno, no siempre pero las veces que he venido y te he visto trabajando aquí —entrecerré los ojos, esperando sus palabras—. ¿No quieres... practicar aquí?

Reí, —No, Seng, este es mi lugar de trabajo, ni loca hacemos eso aquí.

—Pero es una fantasía, y nadie va a entrar —buscó mis labios.

—Seng, te dije que no —este suspiró, rendido. Me bajé del escritorio—. Mi lugar de trabajo lo respeto mucho, y si te digo que no, respeta mi decisión.

Echó la cabeza hacia atrás, —Eres la mujer más hermosa que han visto mis ojos —dejó un beso en mi frente—. ¿Nos vamos?

—Creí que te enojarías.

—No. Ya tenemos cosas en la casa para probar. Vámonos —me tomó de la mano y me sacó del lugar—. ¿Has pensado en lo que te he dicho?

Guardé el celular en el bolsillo trasero de mi pantalón.

—¿Qué me habías dicho? perdón, tengo la cabeza llena de cosas.

—Olvidas todo, Freen. Te dije que tenemos que ir a la gala.

—Ay, se me olvidó, ese día no voy a poder ir. Lo siento.

Se desanimó, —Pero te quería presentar a unos amigos. Mueren por conocer a la mujer que me atrapó.

—Sí, lo sé —cuando llegamos al carro y antes de entrar en este, me puse de puntillas y besé sus labios—. Pero ya eso es para mañana, no tengo vestido y tengo mucho trabajo, ¿te parece si para la próxima?

—La próxima es en dos meses —hizo un mohín.

—Pues invítalos a la casa, Seng. No nos compliquemos.

—Está bien, será como mi esposa diga.

—Te encanta decirlo.

—Es una realidad que esperé por bastante tiempo, así que me lleno la boca diciéndolo —me guiñó un ojo. Me adentré al coche y espere que este lo pusiera en marcha—. Irán muchas personas —me comnicó este.

—Que bien —seguí mirando el celular.

—Será muy entretenido, puede que cierre contratos. Eso ayudara mucho a la constructora.

—Ajá —mi mirada estaba fija en el celular.

—¿Qué tanto miras en ese celular?

—Estoy esperando la llamada de Heidi, me dijo que Friend estaba muy delicada y esa mujer no se sienta ni un solo segundo; ya sabes, el embarazo y eso.

Recalcó que era un tema que no me gustaba mencionarle a Seng, dado que cada que lo hacía, este por arte de magia quería hablarme de la importancia que era tener un hijo; cuando eso a mí ahora mismo no me llamaba la atención.

Sweet Heart Freenbecky Donde viven las historias. Descúbrelo ahora