- 3 Part. 2 -

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  Si comenzara a vivir mi vida a mi modo ¿sería faltarle el respeto a mis padres que me han críado a su modo desde que habité este mundo?

























  A la mañana siguiente podía observar perfectamente el sol asomandose por mi ventanal, tal vez eran entre las 6:30 y las 7:00 ¿Que persona se levantaba en estos horarios?

Con una buena voluntad completamente fingida, me levanté de mi cama observando a mi alrededor un poco perdido, había olvidado por completo incluso que día de la semana era hoy y fue entonces que Lina entró en mi cuarto con una bandeja con algunas medialunas y un café negro, tal como me gustaba. —Buenos días, Gemini.—. —Buenos días, Lina, gracias por el desayuno.— Me sonrió sentándose a mi lado. —No hay por qué, Fourth avisó que llegaría a las 8:00 según tu agenda de la mañana, comenzará sus deberes apenas comience tu agenda, tu madre se fue a un viaje de negocios a Tokio y Gail está en la cocina tomando un café y leyendo el diario.—

Le dí un sorbo al café y miré por el ventanal la luz naranja mezclada con un ligero amarillo suave. —Gracias Lina, bajaré en cinco minutos, dile a Gail por favor si podría pasar por mi oficina a buscar unos documentos para hoy.— Ella aún con su dulce mirada me asintió y abrió el clóset buscando mi ropa para hoy. —Lina, no tienes que hacerlo.—. —Es mi trabajo...— Sacó unos pantalones de vestir rojos, junto con un saco del mismo color y una camisa negra. —Gracias, otra vez.—. —Es un placer.—

Luego de vestirme bajé aún sin ganas, observando a Gail con los documentos en su mano y en la puerta esperando algo o alguien. —¿A quién esperamos?— Dije acercandome a donde él estaba. —A Fourth, aún no ha llegado.— Resoplé y miré al auto que nos esperaba. —Primer día de trabajo y ya llega tarde.—. —En realidad estoy aquí hace unos diez minutos.— Escuché su voz y me di vuelta enseguida, tenía puesto un saco azul, acompañado de un pantalón de vestir también de aquel color y una camisa blanca con zapatos marrones que resaltaban una clara y perfecta elegancia. No podía quitarle los ojos de encima.

—Señor Gemini, lamento informarle que es usted el que está llegando tarde.— Pasivo agresivo. —Bien, vámonos, Gail tu conduces.— Gail alzó las cejas indignado y asintió abriendo la puerta trasera para que pudiera subir. —Los de dinero primero, señor.— Gracioso, pensé. Subí primero como de costumbre dejandole espacio para que se sentara a mi lado.

Si creen que iba a desaprovechar esa oportunidad... claro que no.












Ambos íbamos mirando el paisaje que nos dejaba la ruta que separaba Bangkok con Phuket, Gail iba muy inmerso en el camino ya que el tráfico hoy estaba un poco extraño. —Gemini, creo que tardaremos más de lo esperado, lo siento.— Lo miré asintiendo y dejando que continuara conduciendo.

Sin embargo, mi mirada pasó al chico a mi lado, lo observé desde la punta de sus pies hasta la punta de su cabeza, que bien le quedaba ese traje...

Llevé una de mis manos a uno de sus botones, acercándome como si nada, acomodando su camisa. —Cálmate.— Dijo mirando mis labios, él también quería besarme. —Sólo acomodo tu camisa.— Su mano bajó a mi muslo dando un apretón mientras se acercaba peligrosamente a mi cara. —¿Quieres que te acomode las ideas?— Esa mano que estaba en mi muslo subió a mi cinturón, comenzando a desabrocharlo. —F-Fourth... Él alzó una ceja y volvió a acercarse. —¿Mhm?—

Su mano continuó jugando con mi cinto mientras que la mía ya no podía moverse a causa de esos nervios que me estaba provocando. Se acercó a mi oído tomando aire antes de susurrarme en él. —No juegues con fuego si no quieres quemarte.— Volvió a acomodar el cinturón de mi pantalón y se alejó nuevamente.

If you know me [ GEMINIFOURTH ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora