9

66 6 0
                                    

Saltaremos la parte de los torneos y nos iremos directo al día de la boda.



El rey me propuso que iba a llevarme ante Daemon y así fue nos encontrabamos en el gran salón en vista de todos, Daemon esta al frente con una sonrisa en su cara.

La música de fondo, el gran salón decorado con los colores de la casa Targaryen.

Llevaba un vestido largo blanco, muy parecido al de mi compromiso, un velo larguísimo algunas doncellas llevaban el velo.

Unas trenzas decoraban mi cabello, para agarrar el velo llevaba una peineta en forma de dragón con algunos rubíes incrustados.

El rey dejó mis manos para juntar con las manos de mi futuro esposo.

El rey nos sonrió a ambos...

El septon supremo se encontraba delante de nosotros. Y empezó a hablar.

⁃ El amor de los Siete es sagrado y eterno.Es fuente de la vida y el amor. Estamos aqui, este día en agradecimiento y alabanza, para unir a dos almas en una. Padre, Madre. Guerrero, Herrero, Doncella, Anciana, Extraño... Escuchen sus votos.

- Padre, Madre, Guerrero, Herrero, Doncella, Anciana, Extraño. Yo soy tuyo y tú eres mía, sin importar lo que venga. Desde este día hasta el último de mis días-. Daemon fue el primero en hablar mientras me miraba con amor y devoción.

⁃ Padre, Madre, Guerrero, Herrero Doncella, Anciana, Extraño. Yo soy tuya y tú eres mío, sin importar lo que venga. Desde este día hasta el último de mis días-. Amelya lo miro con amor.

⁃ Aquí, en presencia de dioses y hombres, yo declaró a Daemon de la casa Targaryen y a Amelya de la casa Targaryen marido y mujer. Un cuerpo, un corazón, un alma, ahora y para siempre

Amelya se quedó quieta mientras que Daemon se acerco lentamente para besarla con delicadeza.

El tenía miedo de destrozarla con un simple roce.

El rey dio comienzo al banquete.

Pero había alguien que no estaba dentro del salón.

¿Quien es?

La princesa Rhaenyra.

Así es, la princesa Rhaenyra se encontraba en su habitación.

-Maldición! -. Tiro el florero al suelo.- No entiendo porque te casaste con ella, porque Daemon.

Necesitaba desquitarse con alguien.

-Sir Criston!

-Si? Princesa. -El guardia entró.-Se le ofrece algo?.

-Quítate la armadura que traes puesta. -ordenó-.

- Pero princesa...no puedo hacerlo.

-Es una orden.

El guardia comenzó a desquitarse la armadura mientras la princesa buscaba un látigo.

-Que piensas hacer princesa?

El primer latigazo fue a parar en la espalda de Sir Criston.
Y así continuo unos 4 latigazos más y paró, se acerco lentamente a él y dejó una suave beso....



















En el salón.

Daemon y Amelya se encontraban sentados mientras que los Lores comenzaban con los obsequios para los esposos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 14 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

TÚ - Daemon Targaryen / Aegon Targaryen IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora