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El onomástico de Amelya.

Hace 2 días que la fortaleza roja está patas arriba, las sirvientas de un lado a otro.

Los lores de las grandes y pequeñas casas se encuentran hospedados en la fortaleza.

Se escucha un toc toc.

—Pase.

Era una de las doncellas, el rey exigió que tuviese 5 doncellas, pero la que acababa de entrar era de mi total agrado.

Lyanna, 3ra hija del lord de la casa Mormont.

—Amelya, el rey desea verla antes de que empiece el onomástico.

—Bien, ayúdame a ponerme este vestido.

Un vestido color rojo, en las mangas tenía los diseños de la casa targaryen, por la cintura igual.

Lyanna me ayudo con el vestido, ató las cintas del vestido, haciendo que me resalte la cintura.

— Le queda hermoso el vestido rojo, además le resalta su cinturita.

—Gracias Lyanna.

Me puse los zapatos.

Lyanna me empezó a peinar, trenzas adornaban en mi cabeza.

Encima de las trenzas me puso una peineta dorada con el diseño de dos cabezas dragon.

■—————————■

Me encontraba en las puertas de la habitación del rey.

—Su majestad. ‐me reverencie.

—Oh Amelya,  veo que ya estás lista.

—Así es.

Se acerco a su mesita de noche y saco una caja de terciopelo.  Lo abrió.

—Ten, es un presente para ti, Amelya.

La caja de terciopelo contenía 5 anillos, diferentes modelos.

—Muchas gracias, majestad. ‐lo abrace.

—————

Me encontraba devuelta en mi habitación,  me puse uno de los anillos que el rey me regalo, este tenía un rubí grande en el centro, guarde la caja de terciopelo debajo de mi cama.

—El principe Daemon.—anuncio el guardia que custodiaba las puertas de mi habitación.

—Te ves hermosa.

—Tu igual, mi principe.— me acerque a él y acaricié su mejilla con mis dedos.—

El puso su mano arriba de la mía y la apartó, llevándola a sus labios, dejándome un suave beso.

—Vamos?.- me pregunto dándome la mano, para que le acepte. — Todos están están esperando por ti.— me sonrió. —

Le acepte la mano y salimos los dos.

Fuimos caminando por los pasillos hasta llegar a la sala, donde todos se encontraban.

Las puertas se abrieron dejándonos entrar, todos se pararon, cuando fuimos pasando se escuchaba a la gente murmurar cosas.

—No hagas caso a los malos comentarios de la gente.— susurró —.

El rey se nos acercó y Daemon me soltó levemente la mano, para dársela al rey.

TÚ - Daemon Targaryen / Aegon Targaryen IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora