1

1.1K 59 0
                                    




Daemon.

Acabo de llegar a Desembarco del Rey, después de una guerra, cada que regreso le traigo un presente a Rhaenyra.

-Principe Daemon, el rey requiere de su atención- habló un guardia -.

-Dile que enseguida voy.

Después de que el guardia se fue, seguí esperando a Rhaenyra para obsequiarle un collar de acero valyrio incrustada con algunos rubíes.

Después de unos minutos apareció Rhaenyra.

-Tio Daemon.

-Rhaenyra, ven...

Ella se acercó.

-Para que me mandaste a llamar tío Daemon.

-Te traje algo. ¿Sabes lo que es?.

Saqué de mi bolsillo un collar con algunos rubíes incrustados.

-Es acero valyrio. Como el de hermana oscura.

- Date la vuelta.

Ella se dio la vuelta e izó aún lado su cabello y se sacó la cadena.

Le puse el collar en su cuello.

Ella se dio la vuelta y puso sus brazos sobre mi cuello.

-Tengo que irme, tu padre requiere de mi atención.

-Mi padre, es enserio tío Daemon.

A veces se pone un poco sarcástica con esas cosas así que decidí salir de ahí.

.

.

.

-Alteza- dije en tono divertido -.

-Dejate de formalidades, hermano. Te mando a llamar para poder hablar contigo.

-Ya lo estás haciendo.

-Quiero cambiar a mi mano. Y creo que sería buena idea escoger a Otto Hightower.

-Estas demente, hermano. Porque escoger a ese...

-Daemon, no hables así...

Decidí salir del salón en donde se encontraba mi hermano.

Que mejor que ir a las calles de la seda.

En la entrada de una de las casas de placer, había una mujer esperando.

-Principe Daemon, tiempo que no venía. A quién quiere está vez.

Seguía caminando hasta entrar en una de las habitaciones, en esta tenía una pequeña cama y cortinas, era un poco más decente está habitación.

-Puedo ofrecerle morochas con cabellos negros directamente de Dorne, también tenemos rubias no son Targaryen pero...

Vi a una mujer que estaba caminando.

-Quiero a esa.- la señalé -.

-Ella vale un poco más, es virgen, usted entenderá.

-No importa el precio tráela.

-Enseguida príncipe Daemon.

Me senté en la pequeña cama que había dentro de la habitación.

Ella entró.

Una joven hermosa, con sus pómulos altos, ojos azules vivos, y cabello castaño rojizo espeso. Sus ojos son lo más hermoso que he visto, claro aparte de Caraxes.

-Ven siéntate.

Di unas palmadas en la cama, para que ella se sentará a lado mío.

-Como te llamás?- pregunté -.

- Amelya... Y usted?

-Encerio no sabes quién soy.- hablé graciosamente -.

-La verdad es que no. De hecho hace 2 días que recién llegué a este lugar.

-Soy el príncipe Daemon Targaryen. Te suena?

-No.

-Si sabes quién es el rey?, por lo menos

-He escuchado hablar sobre él. Pero de tí no.

-Bueno, soy el hermano del Rey Viserys. Y este "lugar" se llama Desembarco del Rey.

Esto no es normal en mí, normalmente vengo a que me den placer, pero aquí estoy hablando con Amelya.

-De donde vienes Amelya?.

-De Rune Stone.

-No, conozco muy bien el lugar pero mi cuñada viene de esas tierras.

-La Reyna Aemma Arryn, es una mujer muy bondadosa.

-La conoces.

-Claro que sí.

-Quieres ir a verla. Te puedo llevar si gustas.

-Enserio, se lo agradecería mucho. Pero no me dejaran salir de aquí.- habló en un tono triste -.

-Tú tranquila sí, diré que nadie te toque y el que lo haga no va a vivir para contarlo.

De la nada ella me abrazo.

Se sentía tan cálido su abrazo que no me despegaría, lamentablemente tengo que hacerlo.

- Mañana vengo por tí.

.

.

.

-Hey tú.- llamé a la señora encargada-. Que nadie toque a Amelya.

-Eso es imposible príncipe Daemon.

Tome su cuello elevándola un poco, haciendo que le faltará el aire.

-Usted hará lo que yo le diga.

-Si quiere que nadie la toque tendrá que pagar. Incluso si se la quiere llevar.

Agarre una pequeña bolsa con monedas de oro y se la entregué.

Y me largué de ese lugar.

Tenía ganas de descansar, así que fui hacia la fortaleza.

.

.

.

TÚ - Daemon Targaryen / Aegon Targaryen IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora