Daemon.
En fin llegue a la fortaleza y me puse mi armadura de las capa doradas.
Todos mis hombre estaban esperando, fuimos a capturar a los ladrones, violadores, entre otras cosas.
Cuando ya los teníamos mis hombres y yo fuimos arrancando pedazos de sus cuerpos ya sean sus brazos, sus cabezas e incluso sus miembros.
Cuando nos fuimos pude escuchar aquella voz.
La de Amelya.
—Mi príncipe.
Estaba agitada supongo que debió de correr.
—Pasa algo?.
—Que fue lo que pasó?
—Saque algunas extremidades de la gente que no sabe comportarse para dárselas a mi dragón.
—Usted tiene uno.
—Por supuesto que sí. Me tengo que ir Amelya, ve a descansar sí.
—Esta bien, príncipe Daemon.
—Por cierto no olvides que mañana vengo por tí.
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Desperté temprano me arreglé y fui directo a las calles de la seda. A recoger a Amelya.
Ella me estaba esperando, así que pagué a la señora una bolsita con monedas de oro y nos fuimos.
Por cierto tenía que comprarle algo de ropa.
Después de comprar el vestido fuimos hacia la fortaleza.
Ella se emocionó de lo grande que era el castillo.
Entramos y la llevé hacía a mi habitación a que se cambiara.
—Puedes cambiarte ahí adentro. Yo me quedaré afuera.
Ella entró en cuestión de segundos salió con el vestido puesto.
Le quedaba bien.
—Puedes cerrarme el vestido, es que no alcanzo.
—Claro.
Ella se dio la vuelta y empezé a apretarle un poco para que los hilos del corset se ajustarán a su medida.
Ella volteó hacia mí y no pude resistir a mirarla por completo.
Tenía un cuerpo maravilloso.
Salimos para ir al torneo, hice que se sentará en algún lugar con una buena vista. Obvio no en el palco real, por qué no era algo oficial y sí, se que estoy casado pero me da igual.
La dejé ahí mientras yo iba a ponerme mi armadura color negro para entrar en el torneo.
Amelya.
Me estaba aburriendo ver el torneo, así que decidí curiosear, dentro del castillo.
Hasta que oigo gritar a una mujer. De inmediato voy corriendo tratando de ir por donde se escuchaba, hasta que llegue, la gente estaba muy distraída así que no se dieron cuenta.
Al parecer era la reina Aemma que no podía dar a luz.
—Reyna Aemma?
—Oh, quién eres tú.
—Talvez no me conozca pero a mi madre sí, ella fue una de sus doncellas.
—Ya me... acordé, tu debes...ser la pequeña Amelya.
—Asi es...
Y bueno llegó el rey.
Creó de todas maneras intentaban sacar al bebé.
—Mi rey, yo puedo intentar sacar al bebé sin que la Reina tenga que...
—Quien eres tú?.
—Viserys...ella es la pequeña Amelya...te acuerdas que te conté... sobre una...de mis doncellas...
—Puedo.
Me puse en posición para meter mis manos en la vágina de la reina Aemma, haciendo que el bebé de vuelta.
—Un último pujo... Y ya sale.
—Aaaah....
Y así fue el bebé nació, era un varón. Se lo entregue a los reyes y estos me dieron las gracias. Estaban felices.
Solo que esa felicidad duró unos cuantos minutos y ambos fallecieron en los brazos del rey.
—Que fue lo que pasó?...
—La salud de la madre y el hijo era un poco complicada...— dijo el Maestre —.
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Daemon.
—Rhaenyra debes decirlo.
—Espero mi padre haya sido feliz en esos minutos cargando a su heredero.
—Tu padre igual te necesita.
Ella dio unos pasos adelante...
—Dracarys.
Syrax avanzó un poco y escupió fuego sobre la mesa en donde se encontraba Aemma y el " heredero " muertos.
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Después del torneo, no la he vuelto a ver a Amelya. Supongo que se habrá ido.
Fui con mi hermano para que fuera yo, el heredero algo que él no me quiso dar.
Me fui a las calles de la seda. Está vez elegí a Mysaria para cogerla.
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Al día siguiente, el rey me mandó a llamar. Tremendo cermon el que me dió.
El me dijo que me fuera al Valle con mi esposa. Rhea Royce.
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Me encontraba con Caraxes hasta que llegó Mysaria.
—Dame tú mano.
Me dio la mano y la puse sobre Caraxes.
Después de unos minutos salimos volando encima de Caraxes hacia Dragón Stone.
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TÚ - Daemon Targaryen / Aegon Targaryen II
FanfictionDaemon se enamora de una chica que estaba en la casa del placer. ¿Que podía pasar ? ¿Aegon ll y Amelya juntos?