Reina traviesa

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Luz

trabajo en la corte de la Reina Blight, una de las gobernantes  más temidos entre los reyes vecinos. 

Nadie habla bien de ella, pero igual trabajo aquí para mantener a mi familia. Siempre he sido una de sus maids desde que cumplí 18. 

Tengo 25 ahora y solo la he visto desde lejos hasta que una noche todo cambió y mi opinión sobre ella también

- Luz ¿Me estás escuchando? - Dice la encargada de asignar a las maids 

- si señora - me quedo derecha escuchando todas las ordenes  

- Tenemos el torneo en la tarde así que casi todas debemos atender afuera así que te encargarás de algunas tareas por nosotras, una de ellas es la habitación de la reina.

- ¿Limpiaré la habitación de la reina?

- ¿No me escuchaste acaso? ay mujer que vamos a hacer contigo, si eso dije, vas a limpiar la habitación de la reina y debe ser para antes de que regrese en la noche ¿Ok?. 

- ¡Entendido!

- ok, ¡¡Entonces vayan a trabajar chicas !!

Comencé limpiando habitaciones que jama me habían tocado, una de ellas era la oficina de la reina y la sala donde está el trono, para cuando terminé la sala, esta entro con varias personas hablando de política y cosas así. 

La había visto desde lejos antes pero ahora que está cerca noto que sumamente atractiva e irradia sensualidad. Mis ojos y sus ojos se cruzaron y rápidamente incliné mi cara en señal de devoción como a la realeza se le acostumbra saludar. Intenté irme pero ella me detuvo. 

-¿Eres nueva? - Siento su mirada en mi, mientras que yo aún mantengo mi cabeza inclinada. 

-Tengo años trabajando aquí mi reina  es solo que no estaba asignada a estas áreas del palacio. 

-Levanta el rostro - Obedezco inmediatamente - ¿Tu nombre?

-Soy Luz, majestad. 

-¿Te falta algo más, Luz

- Solo su habitación mi reina

-Esta bien, continua con tu trabajo. 

Volví a inclinarme, tomé los utensilios de limpieza y salí hacia su habitación. 

Es una mujer ordenada, pero aún así lo debo limpiar y comencé con el baño, que es el tamaño de mi habitación. Luego pasé al dormitorio principal, mientras limpiaba la reina había llegado a la habitación 

- Mi reina, le pido disculpas- digo tomando posición de respeto 

-Puedes levantar tu rostro, quiero que me mires - Inmediatamente acato la orden 

- Ya estaba por terminar alteza ¿Desea que le prepare el baño?

- Si, hazlo

Fui al baño rápidamente y preparé todo para el baño de la reina 

- Todo está listo mi señora - cuando salí me sorprendió verla solo en ropa interior. 

su piel es muy blanca y tiene muy buen cuerpo, traté de disimular mi sonrojo pero creo que se dio cuenta.

Volví a mis labores en la habitación cuando la escucho salir del baño, me inclino en saludo y decido ir a limpiar el baño. Cuando vuelvo a la habitación ella está sentada en su cama aún mojada y solo en ropa interior. 

su mirada estaba clavada en mí y siento que me desnuda con ella. 

- Acércate luz - no lo dudé y rápidamente me acerqué. 

mis manos temblaban, tal vez había hecho algo mal así que por eso tenia miedo. 

- No desobedezcas a tu reina- 

Me extrañó aquellas palabras hasta que se levanta y me da un beso en los labios, al comienzo no me moví  por el shock de tener al rey besándome. Sus labios se acoplaron a los míos haciéndome sentir muy bien. Su beso se volvió más intenso hasta el punto de comenzar  a jadear. 

- Mi reina ¿que...?

Fui callada por otro beso pero esta vez su lengua también se abrió paso en mi boca. Solo se escuchaba el sonido de nuestros besos y nuestros jadeos que eran cada vez más intensos. 

- La verdad es que te he visto Luz Nocedacuenta - Siempre sonríes y tu belleza también captó mi atención  

- Pero mi reina, tiene hermosas concubinas y damas de corte a su disposición ¿Por qué escoger a una simple sirvienta como yo? 

- ¿Para qué sirven cientos de concubinas si no desean deseo en ti? en cambio tú -  sus labios pasan suavemente, tocando ligeramente la piel de mi cuello - Despertaste en mi desde la primera vez que te vi 

sus besos volvieron y esta vez eran con más deseo, me estaba ahogando en lujuria 

- Haga conmigo, según desee su majestad - la miro fijamente y una sonrisa traviesa se forma en sus labios. 

- Créeme que lo haré - ella mueve su cabello la cual aún está mojado y vuelve a atacar mis labios y esta vez yo devuelvo el beso con la misma intensidad. 

comienza soltando mi delantal y luego deja besos húmedos en mi cuello haciéndome jadear , mi cuerpo se arque naturalmente. 

- Aaah mi reina  ∼ - Una súplica sale de mis labios 

mi vestido cae completo y quedo en ropa interior en frente de ella. 

- Hermosa - se muerde los labios y vuelve a besarme pero esta vez también metió su lenga en su boca, era delicioso y adictivo, la saliva caía por nuestros labios, así de sucio era nuestro beso 

quitó mi brasier y atacó mis senos uno lo chupaba y el otro lo masajeaba con su otra mano .

- Reina Blight ∼ - gemí algo audible 

- me gusta como se oye mi nombre cuando lo gimes 

sus besos comenzaron a bajar por mi vientre hasta mi feminidad y ahí su lengua comenzó a acariciar mi clitoris 

-Aaahhhhh ⁓ - 

Podía sentir los espasmos en mi cuerpo al acercarse el orgasmo hasta que lo alcance, mi cuerpo temblaba ella se hecha su cabello hacia atrás y decido darle algo de cariño también. 

así que me moví hacia ella gateando  y mis labios tocaron su cuello, jadeó y me lanzo a la cama. Tomo mis piernas y me abrió quitándome la ultima pieza de ropa que me quedaba, ella se saca el bóxer y me mira fijamente. 

mete sus dedos y comienza a moverlos, después los saca  y se posiciona, sin ningún aviso lo metió hasta el fondo. Suelto un grito no tan sonoro, era virgen así que sentí molestia pero el se dio cuenta y comenzó a moverse lentamente hasta que aumentaba el paso cada vez más. 

Mis uñas la rasguñaban y mis dedos apretaban sus hombros, no podía evitar gemir la excitación me dio el valor de llamarla por su nombre, Amity .

Sus embestidas eran salvajes y el vaivén algo fuerte tanto que la cama se sacudía, ella se agarraba del respaldar de la cama y lo apretaba fuertemente, gruñía y esos sonidos eran un afrodisíaco para mi.

- Eres malditamente apretada luz, tu coño es delicioso, preciosa es mío  -

Pasa la lengua por sus labios y aumentan las embestidas y esta vez llega al punto. Ambos gemíamos hasta que me vine y segundos después se vino ella. 






Hoy en día mi reina aún me llama a su habitación, soy su concubina ahora así que ya no he vuelto a limpiar, ahora solo me encargo mi de reina traviesa.                       


Noches de placer  (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora